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Diotima, la maestra de Sócrates a la que debemos el concepto de amor platónico

La periodista Laura Mas debuta con una novela ambientada en la Grecia clásica en la que desfilan los filósofos más prominentes de la época.

En los diálogos de El Banquete de Platón, Sócrates confiesa: "Todo lo que sé del amor lo aprendí de ella". Ella es Diotima de Mantinea, una filósofa y sacerdotisa que llegó a Atenas por petición de Pericles (495 a.C.- 429 a.C.) para salvar a la ciudad de la peste. Su condición de sacerdotisa le permitió cierta libertad –de la que estaban privadas el resto de mujeres–para participar en la vida política y filosófica de Atenas. Captó la atención de uno de los nombres que cimentaron la cultura occidental actual: Sócrates, al que instruyó en cuestiones versadas en el amor.

Este personaje, apenas presente en la historia, llegó a la vida de la periodista Laura Mas (Las Palmas de Gran Canaria, en 1989) de forma casual, durante una charla de filosofía en una librería. Sintió tanta fascinación por la mentora de Sócrates que decidió investigar y documentarse para, finalmente, darle voz en la que ha sido su novela debut, La maestra de Sócrates (Espasa).

"Diotima es la gran filósofa del amor, claramente", explica Mas a Libertad Digital. "Gracias a sus ideas, Platón desarrolla esa concepción filosófica del amor que ha tenido y sigue teniendo mucho peso actualmente. Es un concepto que difiere del uso popular, no me refiero al amor inalcanzable e idealizado, sino al concepto filosófico, amar la belleza del alma, un amor más místico y puro. De ahí su relevancia. Está presente en nuestro modo de ver la vida", explica la escritora.

"Para amar bien, debes ser consciente de que necesitas el amor como el pobre un plato de comida; y, a su vez, has de tener abiertos los cinco sentidos para reconocer que ese alimento está a tu alcance. Cada oportunidad para amar es única, se presenta una sola vez".

Diotima es un personaje controvertido pues hay quien sostiene que no existió, que solo encarna el pensamiento de Sócrates sobre Eros. Mas no tiene dudas: "Todos los personajes que aparecen en El banquete de Platón existieron. ¿Por qué Diotima iba a ser una excepción? Es cierto que, a parte de su pensamiento, no existe información sobre ella. No hay biografía, no hay nada".

Aspasia de Mileto

Otras teorías sobre esta filósofa sostienen que Diotima es, en realidad, Aspasia de Mileto (470 a.C) –esposa de Pericles–, otro de los personajes principales de la novela que, al igual que la sacerdotisa, luchó por ser tratada como a un hombre en el campo intelectual. "Creo que la teoría de que eran la misma mujer no es correcta. Aspasia fue una mujer fascinante, muy inteligente, y de ella sí tenemos la certeza de que existió, hay datos biográficos. Era una extranjera y, en aquella época, los no atenienses eran ciudadanos de segunda o de tercera, pero además, era joven y mujer. Nada fácil. Aun así, consiguió abrir una escuela para mujeres en Atenas donde formaba sobre retórica".

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Retrato de Pericles y Aspasia, por Hector Leroux (1682–1740)

Aspasia fue logógrafa, el nombre que recibían los escritores que redactaban discursos para que los leyeran otros oradores. Fue el centro de las críticas de los enemigos de Pericles, que la acusaron de haber influido en él para que declarara la guerra a Samos cuando esta polis atacó a Mileto, su ciudad natal.

Un Sócrates treinteañero e inexperto

La novela arranca en el año 440 a.C, cuando el político y orador Pericles solicita la ayuda de la sacerdotisa Diotima de Mantinea para librar a Atenas de la peste. Durante la ceremonia de purificación, Sócrates queda fascinado con su sabiduría. El filósofo que encontramos entre estas páginas es un hombre de treinta y pocos, con gran peso en los debates dialécticos, pero muy inexperto en cuestiones del amor. "El amor, fuerza ignota que gobierna el mundo y aquellos que vivimos en él, es la más desconocida de las ciencias", dice en uno de los pasajes de la novela.

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Estatua de Sócrates en la Biblioteca del Trinity College | Wikipedia

"Me sorprendió mucho que alguien de esa edad, que no son los mismos treinta de hoy en día, fuera inexperto en estos asuntos", matiza la autora. "Cuando indagas en el pensamiento de la sacerdotisa, te das cuenta de que hay muchos tipos de amor. Sócrates había tenido experiencias amorosas, especialmente con otros hombres, pero eran puramente carnales. Diotima le enseña otras formas de amar más allá de la pasión corporal".

"Ese hombre va a hacerte inmortal, pero será él quien fecundará todo el conocimiento que le trasmitas y hallará la gloria sin ti"

La escritora novel recrea la vida cotidiana de la Atenas de Pericles, una época de pujanza en la que se levantaron gran parte de los edificios que habían caído ante las tropas persas de Jerjes I. Son capítulos cortos en los que desfilan personajes reales, como Querefonte, Hesíodo o Gorgias, en los que ha ficcionado las conversaciones que pudieron mantener esos filósofos sobre la virtud de las mujeres, la guerra, el amor, los dioses, la identidad o la condición de extranjero. "Tuve que trabajarlos mucho porque quise destilar esos conceptos filosóficos que pueden ser densos y complejos para hacerlos accesibles, simplificar ciertas ideas y que lleguen a todo el público. Si lo simple es poderoso, es doblemente efectivo".

"Por un lado –explica la autora– tuve que documentarme sobre todas esas situaciones que se vivían en Atenas en esa época. Por ejemplo, las mujeres estaban silenciadas, carecían prácticamente de derechos. También sobre la situación de las extranjeras, que era aún más compleja. Acudí a muchas fuentes de documentación, que fui contrastando, y la dificultad estuvo en plasmarlo a través de diálogos. Los antiguos griegos tenían un pensamiento totalmente distinto. Ponerte en la cabeza de Sócrates fue complicado y a la vez divertido".

No es una novela histórica al uso

Mas no es historiadora y asegura que no es una novela histórica al uso, a pesar de que esté ambientada en la Grecia clásica. "También hay filosofía y aventuras", dice. "Quería hacer justicia con Diotima, reescribir la historia y situar a la sacerdotisa de nuevo en la palestra".

La pandemia de coronavirus no ha permitido afrontar a Mas una promoción habitual: "Hay que aceptar la situación. No puedo tener un contacto directo con lectores ni acudir a eventos literarios. Me da lástima, pero una de las reflexiones que he sacado de la pandemia es que lo único que tenemos es el presente. No sabemos qué va a pasar mañana. Quien es lector sigue leyendo, un libro es el mejor refugio".

Laura Mas. La maestra de Sócrates. Espasa, 2020. 250 páginas. 18.90 euros.

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