Acaba de publicarse La guerra de papel, libro editado por Modus Operandi, en el que se relatan muy documentados episodios de nuestra leyenda negra. Arduo trabajo de Melquiades Prieto, filólogo que, durante veinte años dirigió la Biblioteca Edaf de literatura clásica.
Bajo el subtítulo de Origen iconográfico de la Leyenda Negra, en este volumen de cerca de quinientas páginas se nos describen los sucesos históricos más relevantes sobre semejante distorsión que, aun en nuestros días, suscitan no pocas falsedades, sin ir más lejos las declaraciones del presidente de México, reclamando al Gobierno español el arrepentimiento por cuanto acaeció en tierras aztecas durante la hazaña de Hernán Cortés, desvirtuando cuanto en verdad hizo el conquistador extremeño. Recientes asimismo los sucesos en Estados Unidos con el derribo de estatuas de heroicos compatriotas que sembraron en tierras americanas nuestra cultura, religión, civilizando a tantos de aquellos indígenas. La figura de Cristóbal Colón, descubridor del Nuevo Mundo, ha sido maltratada, controvertida su gesta cuando ya han transcurrido seis siglos del acontecimiento.
La actualidad de cuanto comentamos supone, al aparecer esta obra que nos ocupa, un mayor interés para cuantos desconozcan cuanto sucedió entre los siglos XV y XII, época en la que transcurrieron capítulos importantes de la Historia de España que, mediante bulos e injuriosas campañas, dieron origen a esa llamada leyenda negra, la que durante muchas generaciones ha aparecido mencionada, aunque de modo insuficiente, en textos escolares y hasta universitarios. La aparición del invento de Gutenberg posibilitó que esa leyenda se divulgara en folletos, panfletos, ediciones diversas como hojas volanderas y carteles. La imprenta, qué duda cabe, supuso un avance cultural inmenso pero mal utilizada por la perversidad de enemigos de España, de la verdad histórica, causaron un infinito daño. El autor de La guerra de papel, Melquiades Prieto, lo ha titulado así en relación clara con esa revolución que fue la imprenta surgida en Maguncia. Su tenaz búsqueda de elementos iconográficos (grabados, reproducción de dibujos y pinturas, caricaturas) enriquecen notablemente la obra.
Sin duda, los lectores encontrarán capítulos de los que más veces hemos hallado referencias siquiera superficiales, caso de los referidos al padre Bartolomé de las Casas; también cuanto se ha escrito sobre la Inquisición. Inefable es recordar que el odiado en los Países Bajos duque de Alba, era acusado de "comerse niños crudos". Pero en La guerra de papel encontramos más leyendas, perfectamente contrastadas, con la erudición precisa para no hacer densa su lectura, con las extractadas biografías de los personajes ilustres más importantes de la época. Libro imprescindible para conocer cuántas difamaciones sembraron de dudas históricas incluso entre los propios españoles durante varios siglos, que aquí quedan absolutamente resueltas por el riguroso trabajo de Melquiades Prieto.