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Carmen Posadas desvela los secretos de la Peregrina, la perla que pasó de Felipe II a Elizabeth Taylor

La escritora presenta en Es la mañana de Federico su última novela La leyenda de la Peregrina.

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La escritora presenta en Es la mañana de Federico su última novela La leyenda de la Peregrina.
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Carmen Posadas (Montevideo, 1953) presentó en Es la mañana de Federico la novela La leyenda de la Peregrina (Espasa), la historia de una joya legendaria que ha estado en manos de una sucesión de mujeres extraordinarias. La Peregrina procede de las aguas del mar Caribe y fue entregada a Felipe II. Desde entonces se convirtió en una de las joyas principales de la monarquía hispánica. Pasó por herencia por el joyero de varias reinas hasta que, después de la Guerra de la Independencia, fue llevada a Francia. Ya en el siglo XX, Richard Burton se la regaló en prenda de amor a la actriz Elizabeth Taylor.

Posadas confesó que la historia de la Peregrina le llevaba "guiñando el ojo" muchos años hasta que por fin se decidió a escribirla: "La idea me surgió al morir mi madre, cuando apareció un anillo por casa con un zafiro. Ella contaba que su abuela lo había tenido como un broche y su bisabuela como un colgante. Pensé que ojalá las joyas hablasen y pudieran contar los secretos. Pensé escribir la historia de ese anillo, pero solo daba para dos generaciones; y me acordé de la Peregrina, que me perseguía por todas partes. Aparece en seis o siete cuadros del Museo del Prado, en El Quijote y en El Conde de Montecristo. Decidí dejarla hablar".

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Felipe III, con la Peregrina en el sombrero.

"La perla podía hacer sucumbido muchas veces. Ha habido robos, expolios, incendios. En el incendio del Alcázar, en el que se perdieron muchas obras, entre ellas cinco de Velázquez, se salvó la Peregrina. Esta perla tiene muy buena suerte", aseguró la escritora, que ha reconstruido la historia de cada uno de sus dueños prestándole atención a la parte menos conocida. "Me planteé escribir la peripecia de cada uno de los propietarios y no quería hablar de lo obvio. Seguí los consejos de James Boswell, autor de la biografía de Samuel Johnson, que dice que para hablar de la Historia con mayúsculas, hay que prestarle atención también a las anécdotas y a lo aparentemente banal".

Sobre todo han sido reyes y nobles quienes han gozado de la belleza de esta joya, aunque actualmente se desconoce en poder de quién está. "La última aparición pública fue en una subasta pública en Christie's tras la muerte de Elizabeth Taylor y se vendió por 12 millones de dólares. No sé quién tendrá una joya tan monstruosamente cara para no enseñarla. No sé si es alguien que quiere blanquear dinero o un árabe que la tiene en un gabinete lleno de obras de arte".

Supersticiones

Muchas supersticiones rodean a las perlas, sostiene Posadas. Más, sobre ésta en particular. "Felipe II le regaló a María Tudor una perla que durante mucho tiempo se creyó que era la Peregrina, pero luego se descartó y se supo que era la Pelegrina, también procedente de Panamá. Le dicen que le va a ayudar a quedarse embarazada. Ella tenía 36 años, que en esa época era una vieja".

También se les tenía aprecio como protectoras de enfermedades. "En la época de Carlos IV hay una pandemia de viruela y se decía que las perlas protegían sobre esta enfermedad. En Francia, mientras que María Antonieta permite que ella y sus hijos se sometan a una prevacunación, en España, el infante Gabriel, que era un tipo ilustrado, nunca quiso y su mujer y su hijo murieron. Pero María Luisa de Parma, que tenía la Peregrina, decía que estaba vacunada gracias a la perla. En efecto, no contrajo la viruela", relató Posadas.

Carmen Posadas ha tardado un año en escribir esta novela y confiesa que lo más complicado ha sido usar un lenguaje que correspondiera con cada época. "Cada época habla como debía. Mientras escribía sobre los primeros Austrias, leía El Quijote", desveló.

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