Marcelo Gullo Omodeo, profesor argentino, firma Madre Patria (Espasa), un ensayo basado en fuentes históricas que desmonta los mitos que componen la leyenda negra antiespañola, la que nos ha llevado a no reconocer su enorme y rico legado. Este movimiento, que basado en mentiras cada vez con más adeptos , "nos conduce a la fragmentación, a la balcanización de España e Hispanoamérica" y es necesario frenarlo.
"La leyenda negra fue la obra más genial del marketing político británico", sostiene, y por eso retrocede al momento en el que comenzó todo: el descubrimiento y el poblamiento de América. Holanda e Inglaterra utilizaron la obra de Bartolomé de las Casas para desprestigiar al Imperio español. Es hasta comprensible que, entre otras armas, las potencias que se enfrentaban a España utilizaran la deformación de la historia como ataque, pero resulta casi irracional que, hoy en día, esté tan interiorizada entre los españoles hasta el punto de que pensar en nuestro pasado sea motivo de vergüenza. Dice Gullo que se ha perdido "el ser nacional".
Con datos sobre la mesa, demuestra que Hernán Cortés no fue el conquistador de México, sino el libertador de cientos de pueblos indígenas sometidos al imperialismo de los aztecas; y que Pizarro tuvo el apoyo de los indios huancas, los chachapoyas y los huaylas. Gullo asegura que la responsabilidad de la disolución del Imperio español la tuvo Fernando VII, que prefirió "estar preso en Europa y no libre en América" y reitera que es imprescindible de cara al futuro desterrar para siempre el mito de la leyenda negra de la conquista española de América.
Madre patria cuenta con prólogo de Alfonso Guerra, que define como "placer morboso" el que sienten algunos al asumir esta distorsión y critica a las instituciones públicas que dan validez a estas falsedades.
PREGUNTA. En este libro se evidencia que la leyenda negra no solo ha condicionado a España sino a toda Hispanoamérica. El desapego de México, los movimientos indigenistas, el derribo de estatuas… ¿sigue presente aquello de la "mala herencia" para justificar cualquier problema?
RESPUESTA. Está muy presente en el caso mexicano. Los mexicanos sufren una especie de síndrome de Estocolmo porque cada vez que tienen un problema se les ocurre decir que es por la conquista española, que en realidad no existió. Cortés no conquistó a nadie, y eso es una falsificación terrible de la historia. Si nos ubicamos en esa época histórica e hiciéramos una elección popular entre Moctezuma y Cortés, ganaba Cortés por el 90% de los votos. Los aztecas oprimían a centeneras de pueblos, les exigían tributos en sangre. Un día llegaron a asesinar a 70.000 personas en su templo. Por eso Cortés logró un ejército de doscientos mil indios. México habla de Cortés cuando tiene un problema, pero no se le ocurre decir que el 60% de su territorio fue robado por Estados Unidos. Son muy valientes delante de España y muy cobardes ante cualquier presidente de EEUU.
P. Y en la práctica, ¿esto en qué afecta?
R. Nos afecta a un lado y al otro del Atlántico. Es una gigantesca falsificación de la historia y no se puede construir política a partir de la falsa historia porque esto conduce a la falsa política. Así se entiende el enfrentamiento de México o Perú con España.
P. ¿Sorprende para alguien nacido en Argentina, como usted, cómo los españoles hemos interiorizado una historia tergiversada?
R. Es muy curioso. Los propios españoles han creído la historia que escribieron los enemigos de España. Es un caso único, no hay otra nación en el mundo que crea a sus enemigos. No me imagino en 1900 a un francés creyendo la historia de Francia escrita por Alemania. Sin embargo, España creyó lo que contaba la Casa de Orange primero y luego Gran Bretaña. La leyenda negra es la primera fake news de la historia, es la obra más perfecta del marketing político británico. Hay españoles que actúan desde la ideología y no desde la realidad histórica. No es de derechas ni de izquierdas, es realidad histórica.
P. ¿Cómo llega la leyenda negra a ser bandera del socialismo latinoamericano?
R. Cuando estalla la revolución bolchevique con Lenin a la cabeza, la Unión Soviética se suma a la leyenda negra y a fomentar el fundamentalismo indigenista. Al falsificar la historia, se crea un sentimiento de odio hacia España y se rechaza todo lo que trajo: la lengua, los valores… La Unión Soviética, viendo eso, se suma porque el fundamentalismo indigenista conduce a la fragmentación y eso interesaba porque desestabilizaba toda Hispanoamérica, que en ese momento era el patio trasero de EEUU. Cuando se convoca en 1930 la famosa reunión de los partidos comunistas de América del Sur, se decide crear repúblicas indígenas y se decide partir Bolivia en catorce naciones y el Perú en tres o cuatro. Esa idea quedó presente en una parte de la izquierda hispanoamericana.
P. ¿Qué amenaza el fundamentalismo indigenista hoy?
R. Hoy vemos ese proceso del fundamentalismo indigenista en plena marcha y estamos caminando a una nueva fragmentación territorial, hacia una nueva balcanización de Hispanoamérica, con la excusa de poner en las constituciones de Perú, Colombia, Chile y Argentina el tema de la plurinacionalidad. Al final, si en el sur de Chile no van a hablar nunca más español y en el sur del Perú tampoco, la gente se va a sentir de naciones distintas. Va a explotar a largo plazo.
P. Por eso en Madre patria se compara el nacionalismo separatista catalán y el indigenismo fundamentalista. Dice que son hermanos gemelos.
R. Absurdamente se construye un falso nacionalismo catalán con una falsa historia y se le obliga a abandonar el español y hablar solo catalán. Se le miente sobre la relación entre Cataluña y España y se crea el odio. Al final, esa gente engañada pide la independencia, es natural.
P. Carod-Rovira, el que fuera vicepresidente de la Generalidad de Cataluña, promovió la concesión de una subvención millonaria a Ecuador, no para hospitales o escuelas, sino para el cultivo de lenguas indígenas. ¿A los separatistas catalanes les encantaría que en la selva ecuatoriana desapareciera el rastro español o que en Perú se hablase solo quechua?
R. Les encantaría ver aparecer cataluñas en Hispanoamérica, es decir, pedazos de tierra que odien a España y al español. Eso es lo que tienen en su imaginario porque se han creído su propia mentira. Cataluña era el corazón de España. El progreso y la industrialización de Cataluña se debió al sacrificio de todos los españoles.
P. ¿Estamos a tiempo de frenar la fragmentación de los distintos estados que conforman América del Sur?
R. Esa es una excelente pregunta, también hay que hacérsela a España. Vamos camino de una balcanización de España e Hispanoamérica. Frenar este proceso depende de si podemos desmontar la leyenda negra, el huevo de la serpiente es la falsificación de la historia que obnubila el pensamiento. Hay que explicarles a los jóvenes que hay una falsificación de la historia que condiciona el futuro de España y de Hispanoamérica.
P. ¿A quiénes hay que implicar en este cambio?
R. A la intelectualidad y los hombres y mujeres ligados a los grandes medios de comunicación. Hay que difundir la producción académica. También corresponde a los políticos, necesitamos que se pongan los pantalones. Los políticos españoles tienen miedo de defender España. Yo defiendo España y no tengo ni una gota de sangre española – mis cuatro abuelos son italianos- pero sé que defender España es defender Hispanoamérica. Ir contra la leyenda negra es ir contra la fragmentación territorial que nos va a conducir a un subdesarrollo aún más profundo. En España, hay un miedo atroz a defender la verdadera historia de España, los de izquierda y los de la derecha.
P. Alfonso Guerra firma el prólogo de su libro.
R. Hay excepciones. Alfonso Guerra se ha puesto los pantalones y sale a combatir. Es un hombre de izquierdas, pero esto no es una cuestión de izquierdas ni de derechas, sino de objetividad histórica. No hay la valentía suficiente para salvar el futuro de España.
P. Parece que la corriente para desmontar la leyenda negra ha tomado fuerza en los últimos años, con autores como María Elvira Roca, pero recoge en su libro autores americanos que en el siglo XIX desmontaban la falsa historia de la conquista española. ¿Por qué no tuvieron recorrido?
R. La leyenda negra fue pulverizada por la crítica histórica seria. La primera reivindicación de España la hacen norteamericanos porque tenían evidencias. Pero quedó en nada cuando en los años 60 y 70, tanto en España como Hispanoamérica se hacen de izquierdas. La izquierda estaba impregnada de hispanofobia y leyenda negra. Podría no haber sido así, el socialismo no tenía que ir de la mano de la leyenda negra. Hubo socialistas argentinos, como Manuel Ugarte, que desmontaron esas mentiras. Juan José Hernández Arregui, marxista argentino, dijo que todo era un invento de Inglaterra.
P. Otros libros, en cambio, sí que tuvieron difusión. Hugo Chávez regaló a Obama Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano.
R. Él mismo dijo que no lo volvería a leer ni a escribir porque en ese momento sabía poco de historia. Fue generoso consigo mismo porque yo digo que más bien sabía nada. Tuvo éxito porque fue fomentado por Cuba, sino ese libro hubiera pasado desapercibido.
P. En Madre patria aboga por una reconciliación entre "los españoles americanos" y "los españoles europeos", que pasa por terminar con el mito de la leyenda negra. ¿Hay una brecha tan grande entre ambas partes? ¿Somos conscientes?
R. No somos conscientes ni de la brecha ni de las cosas que nos unen. Tenemos una amnesia histórica. Nos dieron un mazazo en la cabeza que nos hizo perder la memoria. Quien pierde el pasado, no solo pierde el presente sino el futuro, porque no sabe a dónde ir. No somos conscientes de eso.
P. Y, ¿qué queda, por ejemplo, de ese amor que profesaba Carlos Gardel a España en la Argentina de hoy?
R. Queda mucho amor en las personas mayores, de ahí mi desesperación. Los jóvenes están siendo ganados por la leyenda negra. Eso nos conduce al suicidio geopolítico de España y toda Hispanoamérica. Hay que enseñarles que hubo mestizaje, no como en Australia que no quedó un aborigen vivo, pero nadie habla de genocidio. No se habla de lo que los ingleses hicieron en sus colonias ni sobre la conquista del Oeste por parte de los Estados Unidos, que fue feroz.
P. Usted es profesor en Argentina. Cuando comentó con su círculo más cercano este proyecto, ¿qué le dijeron?
R. Que estaba completamente loco porque esto implica ser expulsado de las universidades. En la universidades reina el pensamiento negrolegendario. Reina aunque muchos saben que no es cierto, pero se acomodan y tienen temor a ser expulsados y quedarse sin trabajo.
Marcelo Gullo. Madre patria. Espasa, 2021. ISBN: 978-84-670-6249-6. 544 páginas. 21,90 €