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Nuria Richart y José María Marco entrevistan a la filósofa de la escuela de Gustavo Bueno. Asegura que "lo primero que le interesa defender a un obrero es la patria".

Libros con Marco: entrevista a Paloma Hernández por su libro 'Arte, propaganda y política"

Nuria Richart y José María Marco entrevistan a la filósofa de la escuela de Gustavo Bueno. Asegura que "lo primero que le interesa defender a un obrero es la patria".

Paloma Hernández presenta en Libertad Digital su libro Arte, propaganda y política. Ideologías disolventes en la práctica artística contemporánea en España (Editorial Almuzara), con prólogo de Gustavo Bueno, hijo.

Hernández es cuatro en una: la artista Paloma Pájaro, la youtuber que interpreta dos personajes, Fortunata y Jacinta (su autor favorito es Benito Pérez Galdós) y la filósofa. Todas ellas componen una peculiar disidente lanzada a la defensa de la nación española.

Nos cuenta que abandonó los pinceles "hace 5 años para ofrecer una defensa razonada de España". Todo empezó mucho antes, un 11 de marzo de 2004 y con la llegada de Zapatero al gobierno.

"Yo venía de la Facultad de Bellas Artes, cultureta, intelectual. En aquellos años no votaba al PSOE votaba a los Verdes porque pensaba, aquí tenemos la leyenda negra a tope, que había que parecerse a Alemania. Ahí tenemos esa hispanofobia, esa especie de renegar de la propia tradición hispánica y del español.

En Bellas Artes, todos íbamos con el periódico El País aquí (debajo del brazo) bien puesto para que se viera el rótulo. Sin embargo, llegan los atentados de 2004 y yo me quedo impactada por el tratamiento mediático que se hizo de esa tragedia. Empecé a comprar todos los periódicos, a recortar las noticias y a intentar identificar cuál era la posición que a mí me parecía la más racional. En ese proceso descubrí que El País me decepcionó profundamente, hasta el punto de que dejé de votar en ese momento. Dejó de votar y empiezo a leer libros de filosofía y libros de historia para intentar comprender de dónde viene toda esa amargura y todo ese odio de estos partidos que se autoproclaman de izquierdas. En 2017 viene el segundo gran momento, el golpe al Estado en Cataluña. En ese momento es cuando aparco los pinceles y me dedico a través del canal de Youtube a defender España".

El arte como disolvente de la nación española

La filósofa habla de "extravío identitario" de la izquierda intelectual de España.

"La patria es lo común, la patria no es esa cosa que defienden los fachas, la patria es el territorio y sus riquezas, es lo primero que le interesa defender a un obrero, no son las narrativas que circulan en esos grupos autodefinidos de izquierdas, artistas e intelectuales.

El libro es una alerta a todos esos grupos que se auto perciben de izquierdas en España y en Hispanoamérica y que han dejado de defender lo común, y lo común es la patria. Nuestras izquierdas a través de los objetos culturales han dejado de defender lo propio y se están poniendo al servicio de intereses de potencias externas".

"Y si no defiendes tu patria", continúa, "lo que va a ocurrir es que otras potencias van a ver tu debilidad como sociedad política y van a tratar de sacar el máximo partido". La autora llama la atención sobre las consecuencias geopolíticas que tiene el ataque a la hispanidad, con los millones de personas que en todo el mundo hablan español.

Asegura que:

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"el desmantelamiento de la nación española es una catástrofe a nivel geopolítico de primer orden. Yo creo que la gente no se da cuenta de la tremenda repercusión que puede tener el que España como nación política se desmantele. Y me estoy refiriendo ya no solo a nivel nacional. Los problemas que puede generar el desmantelamiento de toda la plataforma hispánica. No solamente es nuestro pequeño terruño. Puedo entender que en España haya monárquicos y que haya republicanos, que haya gente que vote al PSOE, que vote al P y que vote a VOX; que no vote; lo que me resulta incomprensible es que haya tantos cientos de miles, por no hablar de millones, de españoles que sean anti España. Nación política solo hay una, que es España, las otras naciones… He oído hablar a los separatistas catalanes diciendo que Cataluña ya era nación política en el siglo XII, es una vergüenza. ¿Pero de verdad Cataluña es una nación étnica? Con la cantidad de murcianos, aragoneses, madrileños, pakistaníes, marroquíes que hay en Cataluña... Son construcciones verbales que sirven para hacer demagogia. A mí se me ponen los pelos de punta".

Izquierda indefinida y globalista

La investigadora asociada de la Escuela de Filosofía de Oviedo cuenta que

"ya en el año 2003, Gustavo Bueno lo vio perfectamente. Habló de unas izquierdas indefinidas y vaticinó que esas izquierdas alcanzarían el poder, pero ya no tendrían como objetivo la defensa del Estado, de lo común, de la patria, sino que se llenarían de contenidos que ya no son estrictamente políticos, sino que son contenidos antropológicos, culturales, subculturales, estéticos, de derechos humanos, de cine, de vestir de tal o cual manera... En el año 2000, Gustavo Bueno habló de la izquierda cultural equiparándola a una especie de subtribu. La izquierda ahora mismo sería una subtribu urbana, igual que podemos hablar, yo que sé de punks o de siniestros, o de las que estén ahora mismo de moda. Ya no se define por lo político, sino por lo extra político y se llena de ideología. Esto es lo que estamos viendo con partidos como Podemos, con todas sus escisiones y cada vez más con el PSOE".

Rita Maestre tan pronto se viste de chulapa, interpretada políticamente en verde, como abraza cualquier ideología woke global que viene de Estados Unidos, enemigo histórico de sus ancestros anticapitalistas, antiimperialistas y antiglobalistas. Una izquierda de ideología de calcetín, reversible, "nuestras izquierdas son la conciencia de la humanidad y además la conciencia purificada, son predicadores de la moral, son los nuevos administradores de la moral". La escritora crítica los múltiples manifiestos que firman, "son tan naif, son tan infantiles, incluso en la redacción… Que están firmados por intelectuales, escritores y poetas, y dices, por favor, mi sobrino de seis años escribe con más calidad en la sintaxis". Compara los recientes manifiestos con los de principios de los años 2000, "este mismo grupo de intelectuales de izquierdas publicó en el año 2002 un manifiesto antiimperialista, anti sistema, contracultura, anti yanquis y antiglobalización y ahora mismo son justo lo contrario". Se pregunta "¿Por qué se ha producido ese vuelco, cuándo estas izquierdas antiglobalización de los de Seattle de 1999 se han vuelto globalistas?" Y termina, "yo pienso que los líderes de estos partidos políticos saben perfectamente lo que hacen; los que no tienen ni idea de lo que están votando son los ciudadanos que votan a esos partidos. Quizás soy un poco ingenua, pero creo que hay que hacer un esfuerzo para abrirles los ojos".

La democratización del hecho artístico y el imperio de lo subjetivo

No podía escaparse a la pregunta de qué es el arte. Responde que "el arte no debe servir exclusivamente a la política, tiene una categoría diferente. El problema que estamos viendo en las universidades, en las facultades de Bellas Artes y de Filosofía de la Estética, en España e Hispanoamérica, es que de unas décadas a esta parte se está administrando la narrativa de que las artes deben estar al servicio de la política. Yo no quiero decir que arte y política no tengan ligazones pero reducirla a cumplir una función política es muy peligroso y ése es el tema del libro".

¿Qué está ocurriendo para que muchas obras necesiten un cartelito, una narrativa, una explicación?

"Desde las vanguardias en adelante se empezó a explotar la idea de Arte Conceptual, que yo trituro en el libro. Estas prácticas artísticas de alguna manera tratan de desprenderse de la parte técnica y entonces las obras se empiezan a llenar de ideología, de narrativas, de relato, de filosofía... Es la filosofía espontánea de los artistas. De manera que muchas veces nos choca ir a los museos o a las galerías y ver obras, en principio casi vacías, en un sentido material, corpóreo, un plátano pegado en una pared con un trocito de precinto, que necesitan ser explicadas. Necesitan un título y estar acompañadas de grandes cartelas con textos que explican al espectador lo que deben pensar de aquello".

Textos, continúa la filósofa, "que pueden estar escritos por el artista, por el comisario o por el crítico de turno". Paloma explica que es a partir de los años 2000 cuando "penetra en España el modelo francés" en el que las facultades de Bellas Artes son "canteras de profesores, de críticos, de comisarios de arte", de "teoría y doctrina". "Las grandes estrellas del arte de hoy son los comisarios", dice.

Otra de las claves es el "subjetivismo desquiciado", "la necesidad de expresarse" y que la persona "sienta que su expresión es relevante":

"Que no estoy diciendo que en España no haya buenos artistas, pero es verdad que ahora no se les exige tener un control extraordinario sobre las técnicas, cosa que podíamos ver en la tradición española. Nuestras escuelas de pintura tradicionales eran la crème de la crème a nivel mundial, por ejemplo, el barroco. Ahora mismo lo importante ya no es tener un control sobre las técnicas, sino tener un control sobre la narrativa, sobre el discurso, lo que dicen que quiere contar el artista".

La artista reflexiona sobre "la era del triunfo de la democracia" y de "la proliferación de facultades de Bellas Artes",

"A través de esa proliferación de facultades y de la democratización del hecho artístico y del imperio de la subjetividad, todo el mundo está en disposición de poder expresar aquello que tiene en su interioridad y como no se les exige un control técnico, pues entonces cualquiera vale.

La otra parte es como ciertas instituciones dedicadas al mundo de la cultura en España e Hispanoamérica avalan ese tipo de artistas y ese tipo de discursos. Y yo creo que ahí es donde hay que hacer la crítica. ¿Por qué estas instituciones están avalando obras de arte que podríamos perfectamente cuestionar si son obras de arte? ¿O acaso son otra cosa, son propaganda, son fraude, son mercado? Esa es la gran pregunta".

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