
Ignacio Mateos, tras trabajar en reconocidas galerías, casas de subastas y ferias del mercado internacional de las artes, propone un método de meditación basado en la contemplación de obras de arte, combinando su perfil profesional con su experiencia como antiguo miembro del Zen Buddhist Temple de Nueva York. "Son unas metodologías que he desarrollado durante los últimos diez años. Se basa en el concepto zen, la dimensión contemplativa de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y el arte", explica a Libertad Digital. Con esas "tres patas" ha dado forma a Meditarte (Planeta), "un viaje imprescindible para llegar a una vida plena", según dice la cantante y compositora Amaia Montero.

Mateos desarrolla su método basado en las enseñanzas de san Ignacio y otras técnicas de meditación en siete bloques: agua, tierra, fuego, aire, metal, madera y vacío. El lector encontrará además "siete simples pasos" que le servirán de "oráculo a seguir".
Mateos defiende que "el arte es un arma muy poderosa". "Vivimos en una sociedad llena de imágenes, con tantos estímulos visuales que estamos saturados. El poder escoger una imagen, que ha sido repensada por un pintor, es un punto de partida extraordinario". El autor considera que un artista es "el mejor profesor de meditación que puede haber porque llega a una obra de arte tras un proceso meticuloso de reflexión".
Despertar emociones
"Las obras de arte están pensadas para despertar emociones. La meditación contemplativa a través de ellas es algo tan simple como ponernos delante de ella, relajarnos, calmarnos y disfrutar", defiende.
En principio el usuario es libre de escoger su motivo. "Hay obras que tienen más capacidad de ordenación que otras, como las pinturas impresionistas de Monet o los cuadros de Van Gogh, pero también son muy útiles los mandalas tibetanos que se llevan usando siglos o una taza empleada en Japón en la ceremonia del té. Otras personas se sentirán más cómodas con la imagen de una Virgen o con una escena de la Biblia. Otras, con una pintura abstracta. Cada uno debe averiguar qué imágen le transmite más. En muchos casos, el arte también es denuncia o tiene una índole activista. Tenemos que tratar de seleccionar unas obras de arte que nos conecten bien con nosotros mismos", explica.
En casa o nuestro propio templo
No hace falta ir a un museo. Nos vale, según Ignacio Mateos, con imprimir fotografías de esas obras de arte. "También hay templos, iglesias y otras estructuras arquitectónicas que nos pueden hacer sentir bien", añade.
"Todos meditamos, hasta sin saberlo, y sus beneficios están probados por la ciencia desde hace años. Previene el estrés, la ansiedad, la depresión, ayuda a desarrollar la capacidad de concentración y la creatividad", dice Mateos, que insiste en que Meditarte es un libro "con vocación universal, con independencia de la religión, creencia o edad del lector". Los resultados son "inmediatos" y "ayuda a sentirse mejor con uno mismo y con los demás". "No es un método rígido, cada lector encontrará su propia manera de meditar con estas herramientas".