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Llamarse nadie

Una trilogía navideña al margen de regalos, adornos y comilonas familiares; un catálogo de identidades torcidas que no encajan en sus moldes; y una inmersión onírica en la mente de David Lynch. Estos son los tres bloques que ordenan los relatos de este libro, piezas sorprendentes e inquietantes que tensan la capacidad plástica del género y apuestan por una escritura atenta a lo pequeño y el juego con temas, personajes y narrativas sin miedo a contagios poéticos, cinematográficos, musicales, psicológicos, o puramente domésticos.