Después de una prolongada carrera en el mundo de la copla, Manolo Escobar ha iniciado la que será su última gira artística, despidiéndose por toda España. Tiene ya compromisos firmados para los próximos meses. Primero Sabadell; el día 8 va a Murcia; el 24 estará en Pamplona... A la manera en que presentaba sus espectáculos teatrales de hace décadas, ahora se hace acompañar de tres jóvenes artistas de su mismo género. Por un lado destaca Sylvia Pantoja, sobrina de Isabel; una guapa morenaza que se dio a conocer en 1987. Últimamente armó una considerable polémica tras su paso por el programa televisivo Tu cara me suena, imitando a María del Monte.
Interviene también en estas galas, que se anuncian como "Antología de la copla", otra visceral intérprete, la treintañera Natalia Mellado, que nació en Elgóibar, de raíces extremeñas, siguiendo la estela de su paisana, la también vasca Marián Conde (que era hasta la aparición de aquella la única intérprete de la canción española de esas latitudes norteñas). Es también bailarina, ha participado en espectáculos de Raphael y ahora adquiere más protagonismo en los espectáculos de Manolo Escobar.
Quien cuenta asimismo con el joven pero ya veterano Carlos Vargas, un sevillano que en marzo próximo cumplirá treinta y seis años. Acreditado cancionero, de fina, aguda voz, al que pronosticó un buen porvenir su madrina, nada menos que la legendaria Imperio Argentina, con quien coincidió en un programa de televisión pocos años antes de que ella se fuera de este mundo.
Vargas tomó parte hace cinco temporadas en el espectáculo Enamorados anónimos, que produjo con éxito Javier Limón. Tiene grabada media docena de discos, el más reciente ¡Va por ti, Manolo!, homenaje a Manolo Escobar, precisamente, quien interviene en dos de las coplas de las diez seleccionadas:"Madrecita María del Carmen y Ni se compra ni se vende. El resto, es un repaso a los mayores éxitos del artista almeriense (Ay, que llueve, El Porompompero, Qué guapa estás...), que Carlos interpreta con muy buen gusto y estilo propio. Desde luego con arreglos modernos, lo que posibilita escuchar de nuevo las populares coplas del artista de El Ejido en otro estilo. Sin hacernos olvidar las originales, claro. Porque Manolo Escobar no admite imitaciones de nadie y será siempre recordado como el última gran cancionero; el más popular en el último medio siglo. Nadie le superó.
Lleva en activo desde 1958. Sin apenas interrupciones. Ha ganado millones. También tuvo un serio contratiempo económico, del que se fue recuperando en los últimos años. Podría vivir ahora de sus bien labrados ahorros. Tiene pagada la luz para él y los suyos por mucho tiempo, como suele decirse. Pero prefiere apurar su vida artística, ya que estar ocioso lo intranquiliza. Cuarenta discos de oro en su biografía resumen su abultada venta de grabaciones. Aquel muchacho de llamativo tupé, pecho henchido y amplia sonrisa de sus principios es hoy un hombre curtido en el trabajo, ya con los cabellos encanecidos, que usa gafas y en los últimos meses, una muleta tras una desdichada caída por las escaleras de un hotel. Ha sobrellevado también dolorosas pérdidas familiares.
Lucha con un cáncer colorrectal desde 2010, soportando periódicas sesiones de quimioterapia. Superó también los vaivenes de su dolorido corazón. Reconfortado siempre por Anita Marx, su fiel esposa, con quien ya cumplió sus bodas de oro matrimoniales. Felicísima pareja que adora a su hija Vanessa, que los convirtió en abuelos. Manolo dice que seguirá grabando discos: tiene pendiente uno dedicado a su nieta. Y comenta también que si este 2013 no completa su gira por todas las provincias españolas, "no me importaría aplazar un año más mi despedida". O sea: prisa para dejar los escenarios, no tiene. Seguirá –porque su voz lo acompaña- entonando ¡Y Viva España! (diez millones de discos vendidos), El Porompompero, Mi carro... o cualquiera del millar de coplas que adornan su triunfal carrera.