"Qué gusto estar en casa. Cuántas veces buscando una excusa para volver. Al final la encontramos: estrenar un disco de hace 15 años". Joaquín Sabina no defraudó. La penúltima de penúltimas, el maestro inició este miércoles una nueva gira de conciertos en Argentina, bajo el título "500 días para una crisis".
En concreto la gira por el país de la plata se compone de dieciséis actuaciones, diez de ellas reunidas en el estadio bonaerense de Luna Park, con aforo para más de 10.000 personas y precios entre los 200 y 1.000 pesos. Con las gradas totalmente copadas, los asistentes cantaron junto al artista sus grandes éxitos como 19 días y 500 noches, Donde habita el olvido, A mis cuarenta y diez o Dieguitos y Mafaldas, entre otros.
También hubo tiempo para que la banda del músico se explayase a lo grande con solos musicales de Juanchito y Asúa, así como el toque magistral de flamenco dado por la andaluza Marita Barros.La sorpresa de la noche la dio Ajinoam Nini o más conocida como Noa. La cantante israelí, amiga de Sabina e invitada para la gira, consiguió enmudecer a todo el estadio con su single Uri, que narra el llanto de una madre que espera la vuelta de su hijo amado. "Se la dedico muy especialmente a todas las madres argentinas que aún siguen esperando encontrar a sus hijos perdidos", aseguraba la cantante en mención a Las Madres de la Plaza de Mayo, que sufrieron el rapto de sus hijos durante la dictadura de Videla.
Sabina se encontraba más que cómodo ante un público que le trata de tú o, mejor dicho, de vos. "Es increíble el amor que tiene el maestro por esta tierra. Acá se le quiere mucho", nos comentaba Alejandra, seguidora platense del artista.
En las más de dos horas de concierto, el cantante español dispuso un show 360º, con luces y escenografía visual coordinadas con cada single, ofreciendo un espectáculo como pocos se recuerdan en las calles bonaerenses. Sabina no dejó pasar tampoco la ocasión para rendir homenaje al poeta premio Cervantes Juan Gelman, amigo e inspirador de los versos del cantante, y que falleció recientemente.
Argentina está acostumbrada a Sabina y las buenas lenguas no descartan verle durante buena parte del mes de septiembre por el barrio de San Telmo, en el restaurante Federal, lugar de comidas bien habladas y bien regadas. Tras la tanda de conciertos en Argentina, el cantante dará paso a las actuaciones en Chile, Perú, Paraguay y Uruguay, cerrando la gira latinoamericana el 9 de octubre. "La tristeza ocurre cuando al punto final no le siguen dos puntos suspensivos", rezaba Sabina en Agua Pasada, uno de sus singles. Por suerte, tan solo en Argentina, aún quedan como mínimo quince conciertos.