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Paloma San Basilio ahora será sólo actriz

Paloma San Basilio se despedirá de la música el próximo día 11 de diciembre.

Paloma San Basilio se despedirá de la música el próximo día 11 de diciembre.
Paloma San Basilio, en esRadio | David Alonso

Paloma San Basilio anunció hace año y medio su retirada como cantante. Y desde entonces viene despidiéndose de su público: primero en una larga gira por España, aún inconclusa, y luego por distintos países de habla hispana. Le quedan a día de hoy, si no surge algún imprevisto, sólo tres conciertos para ese adiós definitivo: el 5 de diciembre en Elda, el 10 en Logroño y el 11, en Gijón. Pero ¿de verdad que no cantará más? Hará como los toreros, en algún festival benéfico. ¿Y porqué tomó esa determinación, en pleno éxito? Precisamente por eso. Porque no quiere estirar más su carrera, apurar su garganta. Y, además: para descansar, dedicar más tiempo a su pareja, a su hija, a sus dos nietos. Pintará más a menudo; ya ha expuesto varias veces.

Y descubrimos una sorpresa: la próxima temporada se presentará como actriz teatral. No puede decirse, en puridad, que sea un debut, puesto que en su época universitaria ya hizo sus pinitos escénicos; incluso en Televisión Española también intervino en algunas obras clásicas. Y están sus comedias musicales (Evita, El hombre de la Mancha, My Fair Lady, Víctor o Victoria), pero lo que quiere es demostrar, sin apoyarse en las canciones de operetas, su capacidad como actriz de comedias, bien de corte dramático o desenfadado. Un estrecho colaborador suyo en los antes mencionados títulos, Nacho Artime, brillante adaptador al español de los mismos, nos ha corroborado "sotto vocce" que están calibrando qué obra será la más adecuada para ese acontecimiento, el de la vuelta a los escenarios de Paloma San Basilio.

Paloma Cecilia San Basilio Martínez acaba de cumplir (el pasado 22 de noviembre, festividad de la Patrona de la Música, de la que ostenta su segundo nombre) sesenta y cuatro años. Es madrileña y de ahí que sea conocida por su castizo apelativo. Acaba de publicar su autobiografía que lleva el título de La niña que bailaba bajo la lluvia, que responde a un recuerdo de infancia, cuando vivía con su familia en Galicia y se divertía en el jardín de la casa alquilada haciendo piruetas sobre la hierba mientras caía mansamente el orvallo. El libro es un viaje en la memoria, con apuntes mezclados del presente, que intercala en cada capítulo de las quinientas once páginas que tiene el volumen. Lo ha escrito ella, nos consta. Con un estilo directo, claro, tamizado de algunos pensamientos, unas veces líricos, otros seudofilosóficos, que no en vano cursó Filosofía y Letras y luego hizo estudios de Psicología.

Siempre fue un ser inquieto, lo que la llevó a distintas, enriquecedoras experiencias, como la poco común de enfermera en un pabellón psiquiátrico de mujeres. Vendrían sus escarceos teatrales en televisión, su debut como presentadora en "Siempre en domingo", sin tener idea de esa faceta, de la que salió airosa, su paso por "Antología de la zarzuela", practicando "play-back" (es decir, moviendo, como es sabido, sólo los labios, mientras sonaban romanzas de ese género musical), y asimismo en "Divertido siglo". Hasta que le llegó la hora de probarse ya como intérprete de canciones melódicas, muy influenciada por cantantes de color como Roberta Flack, Dionne Warwick, o la siempre espectacular Barbra Streissand. Y así, debutó discográficamente en 1974 con una excelente versión de "Feelings". Inicio de una brillantísima biografía musical, que ahora acaba. Cuatro décadas exactamente después, como decíamos.

¿Y qué cosas interesantes nos cuenta Paloma en su libro? Pues su matrimonio fracasado con un campeón de atletismo llamado Ignacio Gómez Pellico, con quien se casó en 1972 después de siete años de noviazgo. Amargos recuerdos de su unión. Salvo el nacimiento de Ivana Bavin (que ahora lleva ese apellido tras casarse), nacida en abril de 1973, que la ha convertido doblemente en abuela. Y entre otros hilvanes del ayer un viaje a París, que escribe fue estupendo, aunque no me cita.

Fui su acompañante durante tres días en la capital francesa para hacerle un reportaje, gráfico y literario, que se publicó en tres capítulos en la revista Semana. Una noche, en Montmartre, acudimos a un cafetín, donde inesperadamente se puso a interpretar un par de temas. Le hice ver al dueño del local que se trataba de una cantante de prestigio en España. Y nos invitó, naturalmente, a las copas que habíamos pedido. Al día siguiente acudimos al Palacio de Congresos, a un espectáculo de Sylvie Vartan. "¡Cómo me gustaría hacer algo así a mí en Madrid…!", me susurró al oído. Un año después actuaba en el madrileño teatro Monumental, donde estrenó uno de sus grandes éxitos, "Beso a beso… dulcemente". Y en las Navidades de 1980 es cuando llegó su consagración con "Evita", en momentos muy duros para ella, pues coincidió con la muerte de su madre. A partir de entonces ya era la estrella que soñaba ser aquella noche parisina. Y vendrían sus actuaciones junto a Plácido Domingo, que ella refiere como de uno de los sucesos más importantes de su vida, junto al concierto que ofreció en Bogotá al lado de José Carreras. Se detiene en evocar su paso por el Carnegie Hall, y el Radio City Hall neoyorquinos. Dedica elogiosos comentarios a José Sacristán, su compañero en un par de musicales, espléndido, generoso actor siempre. Y entre los personajes que tuvo el gusto de conocer figura el recordado padre Vicente Ferrer al que, por sugerencia de nuestro compañero, el periodista José María de Juana, visitó en Anantapur, sede de su Fundación, donde se comprometió a amadrinar un niño.

El libro de Paloma San Basilio no contiene chismes ni revelaciones escandalosas, pero aprovecha por primera vez para referirse a un bulo que se difundió hace años, relacionándola sentimentalmente con don Juan Carlos de Borbón. La única explicación a mentira tan burda pudiera ser según su lógica, que alguien, con mala o buena fe confundiera el nombre del monarca con quien realmente es su compañero –no están casados- de nombre Claudio Rey, al que la cantante llama familiarmente "Capi". Esta autobiografía concluye con un capítulo titulado "Hasta siempre". Que es como se ha llamado su última gira. Pero ya dijimos al principio que Paloma San Basilio va a seguir en el mundo del espectáculo como actriz. Volando, ojalá, muy alto como en su espléndida historia musical.

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