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Felipe Couselo

Bowie y el espacio exterior

La mítica canción "Space Oddity" cumple 40 años de su estreno en Gran Bretaña.

La mítica canción "Space Oddity" cumple 40 años de su estreno en Gran Bretaña.
David Bowie | Cordon Press

David Bowie es, sin lugar a dudas, uno de los artistas más inclasificables del rock and roll. Ha desarrollado diferentes propuestas y personajes escénicos, inspirado a generaciones de músicos e incluso ha aparecido en proyectos cinematográficos tan dispares como singulares. A lo largo de las últimas décadas, hemos asistido a sus numerosas reinvenciones, al tiempo que disfrutábamos de sus geniales composiciones. Precisamente en noviembre de 2015, se cumplieron 40 años de la segunda edición de su Space Oddity, que llegó al número 1 en Gran Bretaña en noviembre de 1975.

Aunque la concepción del clásico de Bowie hay que buscarla en la segunda mitad de los sesenta, como consecuencia de la creciente expectación ante la conquista espacial, puesta de manifiesto por artistas de diferentes ramas. Uno de ellos, el genial Stanley Kubrick, había plasmado esta fascinación en la adaptación de un texto del visionario escritor Arthur C. Clarke, junto al que firmaba el guión de su película 2001: Una Odisea en el Espacio. El film se estrenaba a mediados de 1968, y Bowie quedó atrapado por la desafiante muestra artística de la obra, hasta el punto de inspirarle el su siguiente proyecto.

Por aquellos días, la trayectoria del músico británico se encontraba en punto clave, tras la edición de su primer álbum y con proyectos paralelos a la música como la actuación en teatro vanguardista…, pero sin muestras de un éxito palpable y generalizado. Tras estos inicios marcados por la psicodelia, Bowie vio aquella película y salió con un concepto claro sobre lo que iba a hacer a continuación: escribir una canción tan generacional como el film de Kubrick. El tema contaría una breve historia de un astronauta que, al lanzarse al espacio, corta las comunicaciones mientras es absorbido por la inmensidad del espacio, una metáfora del escapismo al que el propio Bowie parecía dirigido con respecto a la sociedad que le rodeaba. Mientras el alter ego del artista en la canción, el Mayor Tom, elige las estrellas frente a su propia especie, el propio Bowie había tomado también una decisión similar respecto a su obra y su vida: poco después se convertiría en un ser andrógino y casi etéreo en cada una de sus encarnaciones artísticas.

Pero volvamos a la génesis del tema: en lo instrumental, hay quien asegura que se inspiró tanto en la música de la película de ciencia-ficción como en ciertos acordes de un músico de sesión de sus primeros singles, cuyo nombre era Jimmy Page, ni más ni menos. Lo cierto es que, mientras que todo esto son especulaciones, la letra de la canción sí que quedaba bastante clara como una obra tan marciana como original del propio Bowie, un ejercicio de alienación consciente motivado por su impacto al visionar la película varias veces desde su estreno.

Portada del disco Space Oddity

Establecidas las bases para la canción, el artista probó suerte con productores como George Martin y Tony Visconti, recibiendo negativas por parte de ambos, que parecían creer que estaban ante una grabación algo forzada, para aprovechar el tirón de la fiebre popular motivada por la carrera espacial que mantenían los dos bloques de la Guerra Fría. Visconti recomendó a Bowie la grabación junto a Gus Dudgeon. Entre el resto de implicados en aquella memorable sesión, figuraba, por ejemplo, el futuro teclista de Yes, Rick Wakeman, que llenaría el tema de sensaciones oníricas con el uso del mellotrón.

El lanzamiento de la canción se produjo tan solo unos días antes de la llegada del hombre a la Luna, razón por la que la televisión británica recreó el acontecimiento con Space Oddity, entre otras: la reacción de Bowie fue tanto de sorpresa como de humor, ya que la canción hablaba de la desconexión de un astronauta del mundo, lo cual no dejaba de parecer un chiste macabro teniendo en cuenta la gravedad del momento. Con eso y con todo, el tema fue el primer éxito del artista en ambos lados del Atlántico, e incluso Tony Visconti accedería, con el tiempo, a grabar el resto del futuro álbum (el segundo en la carrera de Bowie), daño lugar a una colaboración que se mantendría en los mejores trabajos de Bowie.

Curiosamente, la reedición del tema en 1975 fue la que alcanzó el número 1 en Gran Bretaña, tras la reaparición del tema en el mercado americano y con un Bowie inmerso ya en otras aventuras musicales.

El personaje del Mayor Tom reaparecería en su single Ashes to Ashes, además de ser referenciado en todo tupo de versiones por parte de otros artistas. Con Space Oddity, David Bowie creaba el primero de sus inmortales personajes musicales, iniciando así una colección por la que desfilaría, por ejemplo, su Ziggy Stardust, que en este caso venía del espacio. Todo un punto de inflexión en la carrera de un artista que, por sí mismo, es también punto de inflexión en la música rock. Disfrutemos de lo que pueda ofrecernos con cualquiera de sus máscaras.

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