Menú

Tamara, madre de cuatro hijos, sigue trabajando

Tamara sigue siendo una de nuestras mejores intérpretes melódicas. Ahora publica su duodécimo disco.

Tamara sigue siendo una de nuestras mejores intérpretes melódicas. Ahora publica su duodécimo disco.
Portad del último disco de Tamara | Archivo

Si a veces nos cuesta escribir sobre desgracias y dramas personales nos compensa pergeñar historias positivas como es el caso de una de nuestras mejores intérpretes melódicas, Tamara, de actualidad ahora que ha publicado su duodécimo disco, "Lo que calla el alma", tras seis años sin entrar en un estudio de grabación. Se trata de un álbum con once títulos, que van de la balada melódica a la balada pop, esto último como novedad en su repertorio, en el que siempre han sobresalido sus boleros. Ahora amplía su campo interpretativo y demuestra una vez más la capacidad de su estupenda voz, tan ajena a la de tantas gritonas que se mueven impunemente en el arbitrario mundillo musical.

Lo que también destacamos en Tamara es cómo sabe compaginar sus deberes de esposa y madre con sus compromisos artísticos. Comencemos por recordar que se enamoró a comienzos de los años 80 de un joven empresario afincado en Cataluña, que atendía un bar-discoteca, de nombre Daniel Roque. Tamara Macarena Valcárcel Serrano, nacida en Sevilla hace casi treinta y dos años (los cumplirá el próximo junio) siempre estuvo muy a gusto en su tierra, junto a los suyos, de raíces calés. No olvidemos que es nieta del recordado cantaor Rafael Farina y de una bailaora llamada Fernanda Romero. Pues, bien: por amor, Tamara no lo dudó a la hora de afincarse en los lares de su novio, aunque se casara con él en 2005, en la capital de la Giralda cuando ella contaba apenas veintiún años. Se afincó el matrimonio en Castelldefels (Barcelona), y allí ya llevan casi doce años residiendo.

Y aunque eche de menos su Sevilla del alma, adonde procura ir cuando le es posible, por ahora su vida transcurre en Cataluña, donde ha nacido su prole: Leandro, Daniela, Valentina y Roque. Los atiende, los cuida, los educa llevándolos ella misma al colegio los días que puede. Como ella dice, si no tiene que irse a cantar, "soy la mejor ama de casa y la mejor madre". Eso es bonito. Se considera muy feliz al lado del hombre que ama.

Parece que, de novios, ella le regaló un "Porsche". Podía hacerlo, porque disfruta hace años de una buena cotización como cantante. Lleva desde 1999 en candelero, con unos espectaculares primeros años ya considerada estrella en su estilo. Tiempos en los que popularizó su disco "Gracias" y después su versión de "Si nos dejan", el éxito de Luis Miguel, o la creación de Roberto Carlos "El gato que está triste y azul". Pero aquello es el pasado, por reciente más o menos que sea, incrementados sus éxitos con aquellos boleros que grabó mano a mano con un maestro como Moncho. Y en esta actual etapa, con esas últimas canciones ("Amor cruel", "Si tú quisieras" y otras) que la acreditan, insistimos, en una de las más atractivas intérpretes del pop melódico español.

En Cultura

    0
    comentarios