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Gigliola Cinquetti, aquella de "No tengo edad", vuelve a Madrid

El nombre de la cantante italiana, que este año cumplirá setenta años, se asocia a la tierna canción romántica con la que triunfó en San Remo 1964.

El nombre de la cantante italiana, que este año cumplirá setenta años, se asocia a la tierna canción romántica con la que triunfó en San Remo 1964.
Gigliola Cinquetti, en la década de los 60 | Wikipedia

Este miércoles, 1 de marzo, está anunciada Gigliola Cinquetti en el madrileño teatro Fernán-Gómez con un espectáculo titulado "Una historia de amor". Lo ha presentado ya en varios países. El nombre de la cantante italiana, que este año cumplirá setenta años, se asocia al éxito de "No tengo edad", una tierna canción romántica con la que triunfó en el Festival de San Remo de 1964, contando sólo dieciséis años. Cautivó al jurado, con su ingenuidad, su aire conmovedor. De igual modo que hizo con el del Festival de Eurovisión, dos meses más tarde, en Amsterdam, alzándose asimismo con el primer premio. Eso le valió el reconocimiento de millones de telespectadores.

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Cuando inevitablemente se le sigue recordando aquel título, ella responde: "¡Claro que sí tenía entonces edad para amar! ¡Desde los doce años, por lo menos!". Pero entonces no opinaba lo mismo, y fingiendo o no serlo, se nos presentaba como una adolescente algo desvalida, aunque su juventud era patente por su estatura superior a la media y su figura femenina. Digamos que jugaba un poco a ser ingenua. Apenas pocos meses después de aquellos dos triunfos Gigliola Cinquetti vino a Madrid y actuó en la sala Pavillón del Parque del Retiro, llena de espectadores atentos a la voz de aquella muchachita, tierna y sencilla:

No tengo edad
no tengo edad, para amarte.

Cuando los enamorados bailaban al compás de esa melodía de Mario Panzieri estrechaban sus cuerpos, juntando sus mejillas. Pero, ¿era o no la intérprete medio tontita y medio cursi? Nada de eso. Cuando volvimos a vernos algún tiempo después, ya en una entrevista mano a mano, me confió: "El público no conoce a una artista, en mi caso ni cuando empecé ni después. Es difícil conocer interiormente a una persona. Ni yo misma sé como soy. Los demás podrán conservar de mí una cara, una sonrisa, una mirada, pero que no es todo de la personalidad".

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Había tenido un novio. Se desengañó. Llegaron otros. Y lo mismo. O sea, que aquello de "No tengo edad…" era sólo el título de una canción, no la confesión de sus sentimientos como muchos pudieron creer al principio de escucharla. "La verdad es que sólo cuando era niña tuve ilusiones. Gradualmente fui comprendiendo que el mundo es diferente a cómo nos lo imaginamos. La vida no es únicamente cuestión de suerte: depende del carácter de una persona, de la capacidad de amar la propia vida, de los demás…".

Durante unos años la canción llenó su existencia: "Quería terminar la carrera de Arquitectura, pero ni siquiera pude empezarla pues sólo concluí los estudios escolares. No se puede abarcar todo". Le pregunté si su profesión de cantante le significaba un obstáculo para hallar el amor: "No es una profesión normal la nuestra. Por ejemplo, me gustaría pasar inadvertida pero la gente me para siempre al verme, o me miran, me piden autógrafos… Acaso, de lo contrario, encontraría, sí, alguna persona en particular con la que iniciar una amistad, pero eso no me es siempre posible".

Mas adelante tuvimos otro encuentro, el último que recuerdo. Ya había empezado a estudiar Arquitectura. Ilustró un libro infantil con dibujos propios. Cantaba por entonces no sólo "No tengo edad", sino otros éxitos como "Tú bailas en mi mente", "El domingo al ir a Misa", "Gira el amor"… Habían pasado diez años exactamente de su éxito eurovisivo. Y cuatro más tarde, es decir en 1978, por fin encontró ese amor que buscaba: el periodista Luciano Teodori, con quien tuvo dos hijos, Giovanni y Constantino.

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La carrera musical de Gigliola Cinquetti ha sido brillante. Participó nada menos que en una docena de ocasiones en el afamado Festival de San Remo donde repitió un segundo gran éxito, compartido desde luego con Doménico Modugno, autor y asimismo intérprete de "Dios cómo te amo". Recordemos que ese certamen se rige por la costumbre de que sean dos los cantantes de cada canción, por supuesto individualmente, no a dúo. En el caso de ese tema el triunfo probablemente se lo adjudicó Modugno, pero ello no desmerece la versión de Gigliola Cinquetti, quien protagonizó una película con el mismo título que la melodía. También tomó parte otro año en el Eurofestival, quedando en segundo lugar aquel 1974 con el tema "Sí". Fue la edición en la que triunfó el grupo sueco Abba con "Waterloo". Hemos de referir una anécdota curiosa relacionada con esa canción, "Sí", y es que el disco que la contenía fue retirado del mercado porque sonaba a todas horas coincidiendo con el referéndum italiano sobre el divorcio.

En los últimos tiempos, esposa feliz, madre atenta a la educación de sus hijos, pudo continuar sus trabajos musicales, que alternó con otros de presentadora de festivales y de programas de televisión. El espectáculo que ahora llega este miércoles a Madrid ya el pasado año lo presentó en varios países hispanoamericanos. Se compone de sus antiguos éxitos, de algunas novedades y de una selección de otras populares canciones de los años 70 y 80 como "La lluvia" y "Qué tiempo tan feliz". Canta en nueve idiomas. Su aspecto ya nada tiene que ver, ahora con sus cabellos castaños, con el de aquella aparente ingenua jovencita morena, de tez muy blanquecina, que nos había conquistado, compartiendo con ella sus sentimientos al no tener edad para amar… Soñaron gracias a ella muchas mujercitas de su edad en busca de un príncipe azul. Por eso, la nostalgia estará presente en los que vuelvan a escucharla.

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