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¿Por qué Joham Strauss llamó "Marcha Radetzky" a esta controvertida pieza?

El Musikverein, sede de la Filarmónica de Viena, celebrará su tradicional concierto de Año Nuevo, retransmitido a noventa países.

El Musikverein, sede de la Filarmónica de Viena, celebrará su tradicional concierto de Año Nuevo, retransmitido a noventa países.

Una vez más el Musikverein, sede de la Filarmónica de Viena, celebrará su tradicional concierto de Año Nuevo, retransmitido por radio y televisión a noventa países lo que se estima podrá registrar una audiencia de ¡mil millones de oyentes! Creemos que es la cita más numerosa, si no tenemos en cuenta algún evento deportivo, como las Olimpiadas, o los Mundiales. Conseguir una localidad en dicho coliseo no es que sea imposible, pero requiere ciertos condicionantes. El precio de cada una se eleva a mil seiscientos euros butaca. Ni qué decir que hay bofetadas para conseguirlas. Los abonados no tienen problemas: lo son, posiblemente, de hace años, y tal vez se mantienen de generación en generación. En cualquier caso las pocas que están disponibles se sortean allá por la primavera entre quienes las han solicitado. El plazo se cierra en febrero. Las agencias de viaje con las primeras en optar a su consecución, puesto que vienen a ser el mejor reclamo para los que en esa señalada fecha viajan hasta la capital austríaca.

Cada año quien dirige la orquesta de la Filarmónica vienesa suele ser un destacadísimo maestro. En la presente ocasión, la del 1 de enero de 2019, el elegido se llama Christian Thielemann, un genio de la batuta que en su podio puede recordarnos la legendaria personalidad de Karajan.

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Quienes no nos perdemos esta convocatoria musical ya sabemos que, figure o no en el programa, el broche de oro lo pondrán las notas vibrantes de la "Marcha Radetzky", que a mitad de su interpretación de la mencionada orquesta tienen como acompañamiento espontáneo, pero medido, los aplausos de quienes son afortunados de estar presente en el evento. Pero ¿saben ustedes quién compuso esta universal pieza y el por qué de su nombre?

Fue Joham Strauss, hijo de unos modestos posaderos, el patriarca de una gloriosa dinastía de músicos y compositores austriacos que dieron fama al vals, al punto de que siendo simplemente un ritmo pegadizo ha pasado a considerarse casi como un género. ¿Quién, en España, por ejemplo, no lo ha bailado alguna vez en una boda? Era en el siglo XIX una musiquilla que sonaba en fiestas populares con el mero propósito de divertir. En sus inicios, Joham Strauss interpretaba con su violín valses en una taberna.

Con el paso del tiempo esa música llegó a escucharse en la mismísima Corte de la Reina Victoria de Inglaterra, en la del Zar de Rusia, también la de Luis Felipe de Orleans en Francia, y en todos los grandes salones europeos. Joham Srauss fue considerado uno de los mejores violinistas de su tiempo, llegó a dirigir una orquesta propia y de manera casual, sin él ansiarlo, se convirtió en ocasional compositor, al ser requerido para ello. No obstante su buena disposición, hay que juzgarlo más por sus virtudes como instrumentista, también en su faceta de gran maestro batuta en mano, pero menos valorado por su obra propia. Lo llamaban "el rey del vals", y haciendo recuento de sus composiciones, sólo una ha conservado cierta vigencia desde que la creara hasta nuestros días: "Ecos de Lorelei del Rhin".

Ahora bien, la paradoja en su caso es que ha pasado a la historia musical como autor de una marcha conocida en el mundo entero, tarareada por estas fechas hasta la saciedad. Es la que se conoce como "Marcha Radetzky". Que en su día, como contraste a su posterior notoriedad, supuso para Joham Strauss las más duras calificaciones, empezando por la de traidor, infamante insulto que le dirigieron sus propios compatriotas.

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El mariscal austriaco Radetzky en el campo de batalla de Novara, tras derrotar a los piamonteses.

Y todo esto ¿por qué? Strauss padre la creó en honor de un sanguinario mariscal de campo, el tal Radetzky, vencedor de los piamonteses y nacionalistas italianos. Compuesta en 1848, un año antes de su muerte, Joham tuvo que soportar muy duras críticas, en las que lo acusaban de reaccionario.

Tuvo el autor de esa controvertida "Marcha Radetzky" una corta vida –falleció con sólo cuarenta y cinco años- trufada de celos artísticos hacia sus hijos, entre rivalidades y envidias; egocéntrico, temperamental, vanidoso, explotaba su encanto físico con las mujeres. Conoció a Anna Streim, opulenta dama a juzgar por unas pinturas, quien consiguió llevarlo al altar cuando estaba encinta de seis meses. De un niño que iba a ser un legendario compositor, el más conocido y admirado de los Strauss, también llamado como su progenitor, Joham Strauss II, quien entre otros muchos valses concibió el archipopular "Danubio Azul".

Aquel matrimonio tuvo otros dos hijos, Josef y Eduard, quienes igualmente continuaron el clan musical, aunque con menor difusión de sus obras. El padre acabó por cansarse de Anna Streim, a la que puso los cuernos en múltiples ocasiones, y ella, para vengarse, le planteó todas las trabas que la justicia le permitió hasta que en 1845 pudieron firmar el divorcio. Ya hacía dos años que Joham Strauss padre convivía con una costurera llamada Emilie Trambusch, con la que este contumaz mujeriego tendría cinco hijos. Algunas fuentes consultadas señalan que fueron dos más, siete. Ninguno de los cuáles, por cierto, sintió jamás deseos de dedicarse a la música. Aquella situación acabaría por distanciar definitivamente a Joham de sus tres hijos legítimos (los otros serían considerados naturales, claro). Y el padre hubo de trabajar intensamente para sobrellevar los gastos que le produjeron el penoso divorcio y la manutención y educación en su segundo hogar de su amante y la citada prole. Poco a poco su salud fue quebrándose, cayó enfermo de escarlatina, muriendo el 25 de septiembre de 1849. Su entierro en Viena fue multitudinario. Dejó para la posteridad centenar y medio de valses, otras piezas, otros ritmos, como las no menos populares polcas. Y por supuesto, insistimos, su ya eterna "Marcha Radeztky".

¡Que tengan una buena entrada de año! ¡Felicidades a todos los que nos siguen en Libertad Digital!

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