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La máquina del tiempo de Mad Cool, de los 70 de Iggy Pop a Vampire Weekend

El festival madrileño deja las sorpresas de un incombustible Iggy Pop, Vampire Weekend y las desilusiones de Noel Gallagher y Bon Iver.

La máquina del tiempo de Mad Cool se engrasó este jueves bajo un calor sofocante cuando Madrid pudo disfrutar al fin de una leyenda como Iggy Pop que, a sus 72 años, fue capaz de interpretar uno de sus míticos himnos, "I wanna be your dog" de los The Stooges, como si no hubieran pasado 50 años desde su creación.

Con un público entregado, a pesar de que la organización lo relegara al tercer escenario, el de Michigan no defraudó a pesar de la brevedad de su espectáculo. Con el torso descubierto y dejando ver en él los estragos de la edad y de una vida repleta de excesos, tiró de clásicos como "I´m sick of you", "Gimme danger", "Some weird sin" o "Lust for life". Pero fue con el mítico "The Passenger" con el que terminó de meterse al público en el bolsillo, que gritó "¡Iggy Pop, Iggy Pop!"

Con la búsqueda perpetua del contacto con el público se bajó al foso para interpretar "Search and destroy", donde pudo comprobar cómo jóvenes y no tanto querían tocar a esta leyenda viva del punk rock.

Sin tiempo para recuperarte, en el escenario principal era el turno de Bon Iver, músico que revolucionó con su esquema de intimismo electrónico la música emocional y que, previo aviso de aburrimiento, personalmente me sirvió para recuperar fuerzas.

La mitad de Oasis no es Oasis

Pasada la medianoche era el turno de Noel Gallagher y sus High Flying Birds. La máquina del tiempo te trasladaba de los años 70 a los 90 con la mitad de una banda que fue icono del britpop.

Con el escenario de Madrid te Abraza a reventar, el de Manchester comenzó tirando de repertorio de su último disco "Who built the moon?" y el "Black Star Dancing", con el que dio un giro hacia el funk.

Pero como la mitad de Oasis no es lo mismo sin su hermano Liam, antes de terminar de defraudar con un inicio de concierto que estaba dejando indiferente al público, se reivindicó con las canciones que lo catapultaron a la fama. "Wonderwall" o "Don´t look back in anger" devolvieron al respetable a una época pasada que sin duda fue mejor que la actual. Para terminar, un homenaje de Manchester a Liverpool con el "All you need is love" de The Beatles que dejó un buen sabor de boca a la gente que ya dio por finalizada su estancia.

Vampiros que chupan "Horchata"

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No es horchata lo que corre por las venas de este grupo de New York, ni es lo que quieren que sientas cuanto te enfrentas a su espectáculo tras la grata sorpresa de ver a una iguana legendaria horas antes.

Pero ya de madrugada era la hora de trasladarse al siglo XXI. Comenzó el espectáculo de Vampire Weekend, un grupo neoyorquino que cumplió con las expectativas. Inaugurar el repertorio con "Harmony Hall" supone un éxito garantizado. Pero lejos de ir a menos, estos vampiros de fin de semana querían quedarse con la sangre de todos los presentes, aunque lo que realmente les gusta es la "Horchata", canción con la que refrescaron un ambiente que seguía en los treinta grados.

Paso a paso, con canciones como "Step", "This life", "Cap Cod Kwassa Kwassa" y "Unbelievers" los vampiros fueron enamorando a un público entregado que sin atender al reloj cantaba las canciones de los de New York en un espectáculo de luz y sonido coronados con una enorme bola del mundo que era la portada de su último disco de estudio Father of The Bride con el que se han hecho definitivamente mayores.

Para terminar la maratoniana sesión del jueves The Chemical Brothers cumplieron con su cometido, cerrar el festival. Este viernes será el turno de The Smashing Pumpkins y Vetusta Morla, entre otros muchos.

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