A nadie se le escapa que el sector de la cultura ha sido uno de los más afectados por la crisis del coronavirus. Al cierre obligado de los recintos —que sólo ahora están comenzando a reabrir tímidamente—, durante estos últimos meses se ha sucedido una avalancha de cancelaciones en los principales festivales musicales y literarios de todo el mundo. La necesidad de frenar la expansión del virus y las dificultades para evitar las aglomeraciones de personas en este tipo de eventos hacían muy difícil que pudiesen celebrarse. Pero pese a todo, no todos han tirado la toalla. Algunas iniciativas han conseguido mantenerse en pie.
Es el caso de Festivales con Encanto, el proyecto que lleva años acercando la cultura a los pueblos de España y organizando festivales en parajes emblemáticos, que ha conseguido mantener su apuesta en "el peor año posible", como reconoce su máximo responsable, Óscar Santos. "Ha sido un año desolador para el sector. Hemos tenido que cancelar contratos que ya estaban cerrados y hemos perdido prácticamente todo", explica. "Pero todavía algunos ayuntamientos han colaborado y han decidido apostar por la cultura, priorizando la seguridad antes que cualquier otra cosa". Se refiere por ejemplo al de La Adrada, en Ávila, o al de Toro, en Zamora; dos de los pocos que han conseguido adaptar sus respectivos festivales a los protocolos sanitarios, y que ofrecerán por tanto un verano plagado de conciertos a sus vecinos.
"Para nosotros lo más importante es la seguridad", explica Santos. "Si no pudiésemos garantizarla no lo haríamos". Por eso agradece la colaboración estrecha que han mantenido con los ayuntamientos que han decidido seguir apostando por ellos. "Hemos trabajado muy de cerca con los alcaldes, y nos han aportado todas las facilidades del mundo para continuar". Destaca, por ejemplo, el cambio de localizaciones a espacios que permitan un mayor control del aforo, como campos de fútbol; y también la presencia necesaria de Guardia Civil y Policía Municipal, encargada de velar por que las medidas de seguridad se cumplan en todo momento. "Una cosa buena es que, al tener un aforo limitado de 500 personas en espacios tan grandes como campos de fútbol, es muy sencillo mantener la distancia de seguridad", comenta. Por ello, aboga por la responsabilidad de los asistentes: "En último término depende de ellos, pero lo tendrán fácil. Hemos encargado también sistemas de megafonía para recordar en todo momento las normas y para mantener informada a la gente de manera constante".
Preguntado acerca de la posibilidad de rebrotes, Santos subraya que desde Festivales con Encanto son "conscientes" de que el actual es "un momento de incertidumbre", y asegura que no dudarán en cancelar "si así lo exige la situación". Se congratula, eso sí, de la relación fructífera mantenida tanto con los ayuntamientos como con los promotores y artistas, entre los que se ha llegado a un acuerdo para evitar problemas monetarios en caso de cancelación.
Por el momento ya se ha confirmado el cartel del Festival de Tiétar, que tiene lugar en en La Adrada y que afronta su tercer aniversario manteniendo la misma apuesta familiar de siempre. A propuestas teatrales como la representación de Los Miserables o del Musical de Frozen se unen actuaciones de artistas variados entre los que destacan Sofía Ellar, Rafael Amargo, Tamara, Asfalto o Strad, "el violinista rebelde". Junto a ellos, muchos otros amenizarán los fines de semana veraniegos en este año tan atípico.