A finales de julio, Obús y Los Barones anunciaron un concierto conjunto en La Riviera, sita en Madrid, para el próximo 30 de octubre. Poco después, la plataforma Rock contra el fascismo, integrada por, entre otros, Celtas Cortos, Aurora Beltrán, El Drogas, Óscar Sancho (Lujuria) o el periodista Mariano Muniesa, llamaba al boicot de un show con un "discurso rancio, profundamente racista, xenófobo y homófobo".
Motivo: Los Barones es el grupo de José Luis Campuzano Sherpa (Madrid, 1950), cantante, bajista y médula espinal de los pretéritos Barón Rojo. A éste le acusan de que, "de manera reiterada, ha solicitado que se reciba a los inmigrantes con metralletas y que se bombardeen los cayucos con nuestros F18. Sí es literal". Para conocer su versión, LD conversa con el también tertuliano de Sin complejos de esRadio.
P: Sherpa, ¿es usted fascista?
R: No. Soy una persona normal que cumple su palabra, que paga sus deudas, que intenta ser un buen vecino y un buen compañero. ¿Eso es fascismo? Pues entonces, sí: sería fascista, claro.
P: ¿Se vende barata la palabra "fascismo"?
R: Es la muletilla de todo ignorante y de todo fanático. Además, si ser fascista es querer a tu país y creer en la dignidad de tu país, que no quieras que te invadan por las buenas ni que arrinconen tus costumbres y tus ideales los que vengan de fuera, pues entonces, también soy fascista, claro.
P: Los firmantes del manifiesto "Rock contra el fascismo" le acusan de normalizar "un discurso rancio, profundamente racista, xenófobo y homófobo".
R: Cuando alguien tiene mala fe, tergiversa todo lo que tú escribes. Yo soy muy chistoso, tengo un sentido del humor, a veces, ácido, y en las redes, concretamente, en Twitter, porque Facebook lo chapé, critico a los personajes públicos a los que les pagamos el sueldo. Y tenemos todo el derecho a criticarles, primero, por la libertad de expresión; segundo, porque están a nuestro servicio y, si no cumplen bien, tenemos todo el derecho a criticarles. De la manera más suave a la manera más ácida. Entonces, si yo, por ejemplo, pongo un chiste sobre la ley enloquecida de la ministra Irene Mantero, una ley absurda en la que un tipo se levanta por la mañana y dice "pues yo me siento mujer", y va al registro y dice: "Oiga, soy una mujer y me llamo Pepa", si yo ridiculizo eso diciendo "un tío se levanta y, de la noche a la mañana, se declara mujer, y entonces va a los JJOO, participa en una prueba de vóley playa, ¿cómo hará para que, cuando salte, no se le salgan los huevos por el bikini?", por ejemplo. "¡Buaaah, tránsfobo!". ¿Eso es tránsfobo o es una coña sobre esa ley absurda? Si digo: "Vamos a ver, si estamos completamente invadidos en las Canarias, pobres hermanos canarios, pobres compatriotas, ¿para qué tenemos nuestro Ejército? Lo pagamos para que nos defienda de invasiones, y eso es una invasión en toda regla. ¿Por qué no bombardean los miles y miles de cayucos que se ven en las fotos de satélite, esperando a ser usados por las mafias, trayendo a unos inmigrantes que son tíos como castillos, bien nutridos, con su móvil, su relojito y su hostia?". Y me acusan de querer bombardear a los inmigrantes.
P: Señalan que usted ha solicitado "que se reciba a los inmigrantes con metralletas".
R: Cuando desembocaron como 5.000 inmigrantes en las Canarias, hace ya meses, dije: "Si los franceses tuvieran este problema en Córcega, les faltaría tiempo para ametrallarlos". Estoy comparando el celo que ponen los franceses al defender su nación con la cobardía que hemos tenido nosotros siempre. Como el suceso del Alakrana: nos llenó de vergüenza absoluta con este Jemad traidor, que cuando los piratas somalíes estaban huyendo con cinco millones de euros nuestros, de los españoles, les tenían a tiro y les dejaron marchar. Para que encima, fomenten más el terrorismo y fomenten más armas. ¿Sabes qué hicieron los franceses en la misma situación? Ametrallarles. Entonces, estaba haciendo esa comparación. ¿Quiere eso decir que yo estaba diciendo que ametrallen a los inmigrantes? En absoluto. Simplemente, estoy reclamando que nuestro Ejército nos defienda. Porque si no, disolvamos el Ejército. Nos ahorramos una pasta, tío. Lo que decía el Muñeco de la Moncloa (Sánchez): "El Ministerio de Defensa no vale para nada". ¿Será posible? Que un presidente del Gobierno te diga eso… En fin, eso es lo que tenemos: una patulea de ignorantes, de indocumentados, de hooligans. Aparte, tienen la misión de machacarme porque es la consigna de Podemos.
P: ¿A qué cree se debe esta llamada al boicot? ¿Hay envidias previas, odio ideológico…?
R: Hay de todo un poco. Sobre todo, es ideológico. Ni siquiera ideológico: es fanático. La ideología que estos tienen es puro fanatismo. De ideología, nada. La ideología tiene algo de digno, de empaque. La ideología de estos es: "La derecha tiene que ser eliminada". Y en la derecha meten a todo el mundo que no está de acuerdo con ellos. Yo nunca me he considerado de derechas. Con el tiempo, a medida que he ido creciendo, he ido cambiando. Con quince años, era un comunistilla de estos que decía "ay, Cuba, Fidel Castro, fíjate". Vas creciendo, y votas al PSOE, "yo soy socialdemócrata", pero vas leyendo y, al final, te conviertes, políticamente hablando, en liberal. Yo soy liberal humanista. ¿Me consideran derecha porque quiero que mi país sea tratado dignamente en el mundo y viva en paz? En ese caso, pues sí, soy de derechas y a mucha honra.
P: ¿Hay algún firmante que le haya sorprendido? ¿Algún et tu, Brute?
R: Mariano Muniesa y Óscar Sancho. Nuestra relación era buenísima. Los consideraba amigos, de toda la vida. ¿Qué pasa? A raíz de la pandemia y de que todo se ha enconado mucho y de que ha habido mucha mierda metida por parte de ese personaje tan malvado y tan peligrosísimo como es Pablo Iglesias, se han envenenado las relaciones entre todos. Ya empezó con Zapatero, con ese personaje diabólico. Entonces, gente a la que apreciabas de verdad, como Óscar Sancho y Mariano Muniesa, van a por ti, a degüello, como fieras salvajes. Y dices: es una consigna que les han dado. Están en Podemos porque quieren pillar. De hecho, Mariano Muniesa se ha presentado varias veces como concejal y no ha salido. La verdad es que sí, me he sentido muy sorprendido. Pero también te digo una cosa: ya, casi a mis 71 años, los traidores y los desagradecidos no me pillan de sorpresa.
P: ¿Ha pensado en defenderse en los tribunales?
R: Lo he pensado. Me acusan de cosas que son delito. Ahora, tengo una discusión con Óscar Sancho. Me han pasado una grabación en la que suelta una serie de mentiras y revela datos clínicos míos. Eso es un delito flagrante. Por la forma que hablaba, yo creo que no estaba normal. Iba ciego de algo. Tío, te estás jugando que vaya a Plaza de Castilla y presente una querella criminal contra ti. Pero mira: yo me considero cristiano, no católico, sino seguidor de Cristo, y es muy difícil seguirle, pero tengo esperanza en Él, creo en Él…
P: Es jodido poner la otra mejilla.
R: Eso lo dijo hace 2.000 años. Si viniera otra vez, diría: "Chavales, esto era hace 2.000 años. Ahora, nada: si te dan un golpe en la mejilla, patada en los cojones. Automáticamente" (risas).
P: ¿Había vivido, previamente, alguna situación similar?
R: No, pero todos son experiencias en la vida. Yo me considero un guerrero. Soy muy seguidor de Carlos Castaneda. Las enseñanzas de don Juan me enseñaron mucho. Y he aprendido que somos guerreros en esta vida, y que combatimos contra nosotros mismos. Lo digo en una canción mía, "Tu revolución": estamos combatiendo contra nuestras mierdas interiores, que luego se proyectan al exterior". Me considero un guerrero y, bueno, todos los combates que me mande el cielo, que me mande el espíritu, como dice Castaneda, los acepto con honor e intento hacer lo impecable. Hay que hacer lo correcto siempre, aunque no haya nadie viéndote.
P: Por cierto, sus compañeros de Obús, con quienes comparte cartel, ¿qué le dicen?
R: Con Fortu no he tenido ocasión de hablar; con Paco, sí. Les aprecio mucho y con Paco siempre he tenido una relación excelente. Yo lo siento por ellos, de verdad. Se han visto metidos en un marrón… pero también te digo una cosa: están teniendo publicidad gratis con esto (risas). ¿Qué quieres que te diga? Aquí estamos dispuestos para la batalla.