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Astrud Gilberto solo cobró 120 dólares por grabar "La chica de Ipanema"

La vida de la brasileña, que murió a los 83 años, estuvo teñida de varias desgracias, un infortunado matrimonio y el acoso de un hombre que la estafó.

La vida de la brasileña, que murió a los 83 años, estuvo teñida de varias desgracias, un infortunado matrimonio y el acoso de un hombre que la estafó.
Astrud Gilberto, cantante brasileña. | Cordon Press

Resulta muy triste resaltar, a la muerte de la extraordinaria cantante Astrud Gilberto, que en Brasil, su país de nacimiento, apenas le hayan dedicado el recuerdo y los honores que se merecía. Su voz se escuchó en todo el mundo. Representó en los primeros años 60 el sonido de un nuevo ritmo, la bossa nova, que tanto influyó entre los compositores cariocas, y que en Estados Unidos se fusionó con el jazz. La vida de esta mujer que nos ha dejado a los ochenta y tres años, estuvo teñida, a pesar de muchos momentos de gloria, popularidad y prestigio, de varias desgracias, un infortunado matrimonio, el acoso también de un hombre que la estafó y maltrató. Para acabar en sus últimos años en soledad y olvidada.

Se llamaba Astrud Evangelina Weinert, hija de padre alemán, emigrante, profesor de inglés, y madre brasileña. Nació en Salvador de Bahía pero siendo una niña acabó residiendo con su familia en Río de Janeiro, donde transcurrió su adolescencia y juventud. Mientras estudiaba, como tantos jóvenes brasileiros solía divertirse cantando en fiestas. Conoció a un chico que componía canciones y tocaba muy bien la guitarra y se enamoraron. Era Joäo Gilberto. Llegaron a cantar juntos en fiestas de amigos y en un evento en la Escuela de Arquitectura. Astrud comenzó a trabajar como funcionaria en el Ministerio de Agricultura. Tiempos en los que a principios de la década de los 60, nacería un nuevo ritmo musical bautizado como bossa nova. Hasta entonces era la samba (que en Brasil no se escribe con artículo femenino, sino masculino, dicho sea a título anécdotico), lo que todo el mundo bailaba sobre todo en época de Carnaval. La bossa nova comenzó masivamente su andadura, a cuya popularidad tanto iban a contribuir Joäo Gilberto, desde luego que también Astrud, y otros destacados autores, como Jobim, Vinicius y otros. La bossa nova, es importante decirlo, no habría triunfado tanto de no ser porque en Estados Unidos se dio a conocer con éxito. Y a ello contribuyó el matrimonio formado por Joäo y Astrud Gilberto, que contrajeron matrimonio civil en un juzgado de Copacabana. No he podido precisar si fue a finales de 1959 o comienzos de 1960, pues ambas fechas aparecen en cuantos archivos he consultado.

Astrud no tenía intención de ser cantante profesional y sí ser simplemente ama de casa en el hogar formado junto a Joäo, que empezaba ya a ser un artista reconocido en Brasil. Un viaje en el que ella acompañó a su marido a Nueva York iba a resultar decisivo en su futuro. Joäo Gilberto tenía allí una cita con el saxofonista Stan Getz para grabar un disco de bossa y jazz. En un determinado momento a Joäo se le ocurrió que su esposa cantara algo, lo que a Getz le sorprendió negativamente. Pero en el estudio, tras una breve prueba, se decidió que Astrud interpretara un par de temas, acompañada por la guitarra de su marido y el saxo de Getz. Fueron "Corcovado" y "La chica de Ipanema", ambas mitad en brasileño, mitad en inglés.

Joäo no hablaba esta última lengua. La fecha de ese registro discográfico sucedió el 18 de marzo de 1963. El disco fue un éxito, aunque el nombre de Astrud no apareció en los títulos de crédito, sólo los nombres de Joäo y Getz. A ella le pagaron la miseria de ciento veinte dólares. Con el transcurso del tiempo, de "La chica de Ipanema" se vendieron cinco millones de copias y fue la canción más versionada en todo el mundo tras "Yesterday", de Los Beatles. Frank Sinatra grabó una de esas versiones, de las muchísimas que existen tanto orquestales como vocales de intérpretes internacionales. Quede claro que el estreno de "La chica de Ipanema", sobre todo por lo que cabe en su parte en inglés, es mérito de Astrud Glberto, tan injustamente tratada a la hora de ser compensada económicamente como ha quedado dicho.

"La chica de Ipanema" puede decirse que marcó el inicio triunfal de la bossa nova y su creación se debe al talento como letrista de Antonio Carlos Jobim y al de su compañero compositor Vinicius de Moraes. La inspiración les vino en seguida cuando apostados a diario en la terraza de un bar de Río de Janeiro, "Veloso", contemplaban el paso grácil de una jovencita quinceañera llamada Heloisa Eneida Menezes País Pinto. Los dos estaban deseando flirtear con ella, no lo consiguieron, era además demasiado jovencita para ellos. Pero aun sin conseguir su libidinoso pensamiento sí que se pusieron pronto en acuerdo de inmortalizada con una canción. A Heloisa, ajena a esos artistas que la admiraban por su belleza y ser sexy, cuando se supo que era la destinataria de tal bossa nova le llovieron ofertas laborales. Se convirtió en modelo, apareció en las páginas de Playboy y disfrutó de cierta notoriedad en Brasil algún tiempo.

Matrimonio fallido

En cuanto a la pareja Joäo y Astrud Gilberto recorrieron Brasil cantando a dúo y por separado. Llevaban juntos cuatro años, tenían un hijo, Joäo Marcelo, todo parecía ir bien en ese matrimonio, hasta que Astrud se enteró de que Joäo la engañaba, con una hermana de Chico Buarque (otro grande de la bossa nova), de nombre Heloisa María Buarque de Hollanda, estudiante de Historia del Arte, conocida en calidad de cantante como Miúcha. Astrud y Joäo se divorciaron, él se marchó a México, siguió su carrera musical hasta fallecer en 2019.

Entre tanto, de nuevo soltera, comenzó a ser cortejada por el ya mentado líneas atrás Stan Getz, tipo desagradable (al margen de sus buenas cualidades como músico, muy apreciado por Sinatra), que además vivía con su mujer. Stan le propuso a Astrud que continuara cantando como solista. Hicieron giras juntos. No está confirmado, pero hay sospechas afirmativas, de que Stan la forzó. Sí se sabe al contarlo ella, que fue maltratada por este individuo. Culpable de que en el disco de "La chica de Ipanema" Astrud no figurara con su nombre, aunque era la voz del disco; y que además no la hiciera partícipe de las elevadas ganancias que él se apropió indebidamente sin pagarle un céntimo. La manipuló despojándola de sus derechos, a lo que también contribuyeron, al parecer, algunas casas discográficas. Mal terminó el referido Stan Getz, encarcelado por posesión de heroína.

Cuando acabó aquella relación entre Astrud y Getz, ella pudo como solista controlar sus ingresos, que fueron bastantes a tenor de la fama adquirida en los Estados Unidos por la calidad de su hermosa, suave, romántica y sensual voz. Comenzó en la década de los 70 a componer sus propias melodías. También grabó temas estándar de música internacional, sin olvidar los clásicos de bossa nova, a saber de todos ellos: "Desafinado", "Mañana de carnaval", "Agua de beber", "Mais que nada", "La sombra de tu sonrisa" y éxitos de Los Beatles, Doors, Burt Bacharach… A la banda que la acompañaba se incorporó su hijo. Además, sentimentalmente, tras el fracaso de su matrimonio con Joäo (cuyo apellido siguió ostentándolo ella) encontró otro amor, con quien vivió muchos años, Nicholas LaSorsa. Filadelfia fue el hogar del matrimonio. Y el definitivo finalmente de Astrud, ya solitaria y poco a poco olvidada.

En el siglo XXI, aunque Astrud Gilberto seguía siendo una voz brasileña muy apreciada en los Estados Unidos, por encima de otras modas musicales modernas, fue espaciando sus conciertos y giras. En 2016 se celebraron los Juegos Olímpicos en Brasil y nadie se acordó de ella para invitarla a cantar "La chica de Ipanema", que sí se escuchó en la versión de una tal Gisele, modelo de profesión. La ingratitud de sus compatriotas no tenía límites. Y en 2022 optó ya por retirarse, al fin y al cabo, era octogenaria. Dejaba un importante legado musical, condensado en diecinueve álbumes, habiendo recibidos Grammys y otros destacados galardones. A su nieta le había compuesto una canción, "Linda Sofía". Ésta es la que ha compartido hace no muchas horas la noticia del fallecimiento de su abuela, sin añadir otros datos, como la naturaleza de la enfermedad que la ha llevado a la muerte. Si en Brasil, insistimos, no han sabido recordar a Astrud Gilberto, en muchos países sí que en los medios de comunicación se han desplegado infinidad de obituarios, como aquí en España.

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