
¿Quién no ha visto frustrada una vocación profesional para dedicarse a otra actividad en la vida? Así le ha ocurrido al ahora en la picota política Carlos Mazón, obligado a dejar la Presidencia de la Generalidad Valenciana tras la tragedia de la DANA del pasado año. Porque sépase que el mentado quería ser cantante. Como lo leen. Hubiera renunciado a sus estudios de Derecho hasta que se convirtió en abogado, con ser un émulo de Julio Iglesias, del que interpretaba "La vida sigue igual", o de José Luis Perales, "Me llamas".
Esos sueños musicales ocurrieron en la segunda decena del siglo XXI, cuando el futuro Presidente valenciano dio en formar un terceto junto a sus amigos Carlos Robles y Jorge Orts, Carlos al frente como vocalista ayudado por su guitarra. Lo hacía bien, juzgándolo como buen aficionado. Lo respaldaban unos estudios de solfeo y piano que había cursado en Alicante. Sus padres lo alentaban partiendo de su afición artística.
La Orquesta Marengo
Aquel grupo dio en llamarse Orquesta Marengo. Un nombre que nos lleva a recordar que así bautizó Napoleón Bonaparte a su caballo favorito. Indagando, dimos en encontrar a un restaurante malagueño asimismo conocido, vinculando tal apelativo a unas faenas marineras. Y si nos ocupamos del color de algunos tejidos, también hallamos el de gris marengo.
Y bien: ¿cuál fue la trayectoria de la Orquesta Marengo hace de esto catorce años? Tocaban en verbenas de pueblo, en ferias de la provincia de Alicante, en cuya capital residían sus componentes. El repertorio era el de canciones del momento. Como David Bisbal hizo lo mismo en sus comienzos antes de convertirse tras la Operación Triunfo en un solista de éxito internacional. Carlos Mazón no consiguió esa meta.
El momento en el que Carlos, entonces sin barba ni bigote, trató de alzarse con su Orquesta Marengo en un triunfo musical, surgió en 2011 cuando se presentaron en la preselección para optar a representar a Radio-Televisión Española en el Festival de Eurovisión. Y lo hicieron, sorprendentemente, no con una canción a estrenar, que era lo más lógico, sino con la balada "Y sólo tú", con la que José María Bacchelli ya había competido en ese certamen, cuando en 1981 se celebró en Dublín, logrando clasificarse en el decimocuarto puesto. Pero Marengo no consiguió superar esa fase a la que concurría. Y Carlos Mazón se desilusionó mucho. Y poco a poco fue olvidando sus sueños de ser Julio Iglesias o José Luis Perales, sus ídolos, para dedicarse a la política.
Se relacionó con el Partido Popular, fue consiguiendo puestos relevantes desde la sede alicantina hasta que en 2023, con el asentimiento de Vox, llegó a ser Presidente de la Comunidad Valenciana.
Ha confesado que en el futuro le acompañará su drama. Y acaso recuerde que quizás le hubiera ido mejor en la vida cantando.
A día de hoy, nos consta que, sobre todo muchos levantinos consultan YouTube, donde pueden encontrarse algunas de las versiones que Carlos Mazón interpretaba al frente de la Orquesta Marengo.


