Menú

Teresa Rabal acusa a Ana Botella de hacerle perder 120.000 euros

La tragedia del Madrid Arena tiene consecuencias imprevistas: tras los clamorosos fallos de aquella noche el Ayuntamiento machaca a otros empresarios.

La tragedia del Madrid Arena tiene consecuencias imprevistas: tras los clamorosos fallos de aquella noche el Ayuntamiento machaca a otros empresarios.
La empresaria y artista, en un acto benéfico | Cordon Press

En lugar de dimisiones políticas o ceses la tragedia del Madrid Arena a quien le está poniendo la vida difícil es a otros empresarios del mundo del espectáculo, pese a que pueden presentar un expediente absolutamente inmaculado el Ayuntamiento de Madrid los está, literalmente, ahogando en una maraña de burocracia.

Es el caso de la conocida Teresa Rabal, que cuenta este sábado en el suplemento La Otra Crónica de El Mundo cómo lleva perdidos más de 120.000 euros por los impedimentos que están poniéndole las autoridades municipales a pesar de llevar "30 años con nuestro circo" y no haber tenido nunca "un accidente ni nos han puesto una dificultad".

Las trabas del Ayuntamiento suponen a la famosa empresaria de circo perder "más de 20.000 euros diarios" ya que, pese a que tenía que haber abierto sus puertas el pasado martes 4,  sigue sin lograrlo. Y eso que el proceso legal se inició nada más y nada menos que el pasado mes de junio y hubo una primera aprobación en agosto que, sin embargo, no les fue comunicada hasta noviembre.

Por si el descalabro económico no fuese suficiente la artista circense tiene que sufrir un comportamiento injustificable por parte de los funcionarios municipales: "Hasta se ríen de mí", asegura. Por otro lado, aunque parece ser que todos los problemas se habían solucionado ya, el circo tampoco ha podido abrir sus puertas este fin de semana porque el funcionario que tenía que estampar la última firma se había ido de puente.

Las exigencias del Ayuntamiento rondan lo surrealista: colocar un pararrayos cuando hay uno a veinte metros o construir una caseta para los cubos de basura. Todo en un espectáculo en el que, como bien dice la propia Rabal, "no hay botellón y no puede haber exceso de aforo porque cada uno tiene su entrada y su asiento".

Temas

En Cultura

    0
    comentarios