Menú

La zarzuela 'indie'

Con economía de medios e imaginativos recursos, Zarzuela en la Villa vuelve por tercer año al Fernán Gómez.

Con economía de medios e imaginativos recursos, Zarzuela en la Villa vuelve por tercer año al Fernán Gómez.
La Generala, obra presentada en el Fernán Gómez | EFE

La compañía Ópera Cómica de Madrid lleva más de treinta años ofreciendo dignos montajes líricos, de pequeño formato, que sirven de complemento a las lujosas producciones del Teatro de la Zarzuela. Su afán por ofrecer títulos poco manidos -pues siempre hay alguna Verbena o Corte de Faraón en la capital, en bucle, con la que es innecesario competir- también son de agradecer por parte de los aficionados. Desde 2015, en esta época del año, vienen representando la llamada Zarzuela en la Villa, que ha combinado obras clásicas como La gallina ciega y El barbero de Sevilla con un estreno a partir de un texto original, Un brindis por la Zarzuela.

Tras el tropiezo que supuso ese brindis el año pasado -una propuesta original pero dispersa-, la compañía dirigida por Francisco Matilla ha optado de nuevo por rescatar dos zarzuelas populares, La Generala y la archiconocida La Gran Vía.

La Generala ha sufrido una reducción del texto de Perrín & De Palacios para ser interpretada por un conjunto de intérpretes menor a los de la obra original. Con guiños a la actualidad y algún ingrediente lascivo, marca de la casa, el nuevo libreto refunde personajes y elimina escenas superfluas, con un resultado satisfactorio e incluso más hilarante. La dirección escénica, del propio Matilla, se resiente de algún punto muerto en la acción que quizá se vaya superando según avancen las representaciones. Hay elementos que desconciertan: la pierna rota del personaje de Clodomiro que luego resulta no ser tal, o el cierre del telón para unos cambios mínimos en la escenografía -que se beneficia, por otro lado, del enriquecedor uso de proyecciones audiovisuales.

En cualquier caso, el montaje brilla por la fastuosa música de Amadeo Vives, ejecutada con precisión por el conjunto de cámara Ensamble Instrumental de Madrid, un coro, aunque pequeño, lleno de frescura, y un plantel de intérpretes de primera línea: Gerardo Bullón como Cirilo II, el rey destronado, con su torrencial voz de barítono y su arrolladora vis cómica ("El pueblo ya no nos quiere, no lo entiendo... ¡Con lo bien que vivíamos!"); Irene Palazón como la Generala, que saca partido a la pieza más popular de la obra, la "Canción del Arlequín", y un robaescenas Ángel Piñero como el servicial Duque de Sisa. También brillan las voces de Milagros Martín, Igor Peral como el Príncipe Pío -demasiado lánguido en su interpretación- y Ruth González como la princesa Olga, especialmente perjudicada por la ausencia de pantallas con el texto cantado, que dificultan el seguimiento de la historia especialmente en la última parte.

La Generala resulta a veces frustrante por su esquematismo pero es disfrutable en todo momento por el cariño y honestidad con que es servida. Viajar al país imaginario de Molavia es una oportuna y refrescante tentación para los aficionados.

  • Título: La Generala

  • Director escénico: Francisco Matilla

  • Dónde: Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa (Plaza de Colón 4, Madrid)

  • Cuándo: Hasta el 21 de junio

En Cultura

    0
    comentarios