El musical de Matilda -producido por la Royal Shakespeare Company- se estrenó el 24 de noviembre de 2011 en el Cambridge Theatre de Londres. Actualmente sigue en cartel, sumando cada temporada aplausos y galardones. Cuenta con siete Premios Olivier, cuatro Tony Awards y cinco Drama Desk Awards, entre otros, siendo uno de los musicales más premiados del siglo XXI. Acaba de desembarcar en Madrid, en el Nuevo Teatro Alcalá, y promete dar mucho de qué hablar.
Se trata de un montaje complejo y efectivo, con el equipo creativo de Billy Elliot, que logra sumergir al espectador en una historia divertida y emocionante. Cuenta con uno de los elencos más grandes jamás vistos en un musical en España - 82 actores y 16 músicos-. Casi sesenta son niños, una cifra compleja de manejar, sin duda. La productora, SOM Produce, ha creado una escuela para formales en canto y baile y se han seleccionado siete niñas en el papel de Matilda y seis grupos de diez niños que van rotando.
Matilda, el musical está basado en la novela de Roald Dahl, con más de 250 millones de libros vendidos. Tuvo una primera adaptación cinematográfica en 1996, dirigida por Danny DeVito, que además interpretaba al padre gañán de la protagonista. Matilda es una niña inconformista con un cerebro privilegiado y una familia horrible y bobalicona que la trata como un "gusano repugnante". Ante ese panorama, se refugia en los libros, que devora con entusiasmo. Solo entiende sus capacidades su profesora que, sin embargo, vive amedrentada bajo las estrictas reglas de la directora del colegio, la profesora Trunchbull, la persona más cruel en la faz de la tierra.
Matilda cuenta con un escenario de ensueño, que recrea más de 300 libros gigantes, y ha contado con responsables de efectos especiales de famosas películas de Hollywood para el diseño de dispositivos móviles de parte de la escenografía. Un acierto, sin duda.
A pesar de que la mitad del electo es infantil, es un musical para todos los públicos, con una banda sonora pegadiza y números musicales bien ejecutados y divertidos. No faltan las risas ni la emoción, con voces de primer nivel. Allende Blanco en el papel de Honey es todo lo que un espectador puede soñar. Tan solo le roba protagonismo Oriol Burés y Daniel Orgaz, que se alternan en el papel de Trunchbull. Nunca un malo se ganó la simpatía del público de esta forma. Las pequeñas Matildas, que tienen entre 9 y 12 años, tienen un reto difícil, un papel con mucho texto al que hay que añadir bailes y canciones constantes. Un gran trabajo de dirección.
Ficha:
Lugar: Nuevo teatro Alcalá (Calle de Jorge Juan, 62, Madrid)
Adaptación y dirección: David Serrano
Productora: SOM Produce