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jlh dijo el día 20 de Mayo de 2010 a las 10:35:

Este post me ha recordado una frase muy buena de Carlos Rodríguez Braun: el mejor amigo del hombre no es el perro, sino el chivo expiatorio.

En este caso, el mejor amigo de algunos toreros sería el toro – chivo expiatorio. Y cuanto sale un toro – toro … pues ya la hemos liado …

Pinarejo dijo el día 19 de Mayo de 2010 a las 17:50:

Totalmente de acuerdo con las críticas a la manía de torear con la suerte descargada. Aunque Castella, como otros toreros que no cargaban la suerte, p.ej., Manolete, se pasa el toro muy cerca en bastantes ocasiones. Lo malo viene cuando se descarga la suerte y pasa el toro a un kilómetro. Es la escuela de Espartaco, de la que es un discípulo aventajado Rubén Pinar.

Raúl:

Dices que "la gente no dice nada". Normal, porque apenas quedan aficionados. En una hipotética encuesta, ¿cuántos espectadores serían capaces de explicar lo que es cargar la suerte?

Un saludo a la afición.

ertri dijo el día 19 de Mayo de 2010 a las 14:44:

Estoy de acuerdo contigo Raúl, por eso cuando sale un torero que le pierde un paso en la faena para ligar pero dá el paso "palante" en vez de "patrás", ese se convierte en figurón, ahí están los dos que así lo han hecho, Ojeda y José Tomás. Castella le salva que el "joío" se queda más quieto que un palo, pero si ese gran valor lo utilizara como tú bien dices, sería otro figurón como los otros dos. Un saludo.

ertri dijo el día 19 de Mayo de 2010 a las 13:20:

El Cid y Castella se pueden "permitir" que se le vaya un toro en Madrid, pues tendrán más oportunidades para volver a intentarlo, lo malo es el mejor toro de la corrida, el sexto, que era de puerta grande, pero yo no sé que le han visto a Ruben Pinar, pero se le vió sin sitio, dudando, sin poner la muleta por delante como es debido, dando el pasito atrás, toreando para fuera, sin estética torera ninguna, dejando un metro entre toro y torero, parece que estuviera amanerado de lidiar muchas corridas duras pero no es así, este torero si lo va a tener dificil de ahora en adelante, una pena.