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Calamaro: "En algunas regiones están prohibiendo a los perros ladrar en castellano"

"Soy compasivo y tierno con los animales, pero no sé si tendré tiempo de demostrarlo cuando los moralistas vengan a golpear mi puerta", dice en ABC.

"Soy compasivo y tierno con los animales, pero no sé si tendré tiempo de demostrarlo cuando los moralistas vengan a golpear mi puerta", dice en ABC.
Andrés Calamaro, en una corrida | Cordon Press

Andrés Calamaro se adueña este martes de "La Tercera" de ABC con un texto titulado "Sumisión". El músico y escritor argentino se refiere a la posible separación entre la "España del Norte" y la "España del Sur", critica a los "moralistas" antitaurinos y reivindica el derecho "de comer animales", ya que el hambre "es el verdadero asesinato".

De primeras, Calamaro nos cuenta que viene a España el día antes de las elecciones -catalanas, se supone-: "España del Norte podría separarse de España del Sur y, aunque se haga por la vía de la democrática consulta popular, estamos inquietos". Durante el trayecto de avión, el artista lee digitales, y se sorprende con la siguiente noticia: "En algunas regiones autonómicas de España del Norte están prohibiendo a los perros ladrar en castellano". "También está prohibido operar las orejas y el rabo a algunas razas que conocemos por sus puntiagudas orejas apuntando orgullosamente al cielo", añade.

Después, el argentino precisa su crítica hacia los antitaurinos: "Llegué pensando que Europa estaba agobiada por el desempleo y los desalojos, preocupada por la ola de inmigrantes sirios. Sabía de la obsesión de los animalistas, pero consideraba prioritarias las inquietudes sociales y económicas y la desdicha huyendo del peligro del cercano Oriente".

Acto seguido, suelta una colleja al Ayuntamiento de Madrid: "Leyendo los periódicos me entero de que la Escuela de Tauromaquia de Madrid "Marcial Lalanda" va a dejar de recibir 60.000 euros en subvenciones y podría cerrar. Contrasta la noticia con que el presupuesto anual de la ciudad de Madrid trepa hasta los 6.000 millones de euros anuales. Considerando que la tauromaquia paga el IVA cultural más alto de Europa y que en Madrid se celebra la feria más importante del mundo (y las entradas son caras) no me parece que la escuela de toreros sea realmente deficitaria".

"Es posible que los animales tengan derechos, pero no me consta ni soy un especialista en derecho. Ocurre que las personas tenemos más derechos, entre otros, el de comer animales. Pensándolo mejor, la humanidad tendría que expandir sus derechos sobre los derechos de los animales para terminar de una vez por todas con el hambre, que es el verdadero asesinato", agrega.

Finalmente, Calamaro dice que vuelve a casa temeroso: "Reviso mi teléfono en busca de fotos inconvenientes: banderas españolas, banderas de España del Norte, simbología tauromáquica, animales amaestrados… Pienso en borrar esas imágenes para no poner en peligro la integridad de mis seres queridos. Soy un inmigrante, aunque tengo mis papeles en regla, estoy en España del Sur. Tengo un viaje programado a España del Norte. Todo es inquietante y peligroso: soy un conocido aficionado a la lidia, mi rostro fue visto en periódicos en los festejos de San Isidro o Aguascalientes. Soy compasivo y tierno con los animales, pero no sé sí tendré tiempo de demostrarlo cuando los moralistas vengan a golpear mi puerta".

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