Menú

'Finito' vs Juan Ortega: un mano a mano de arte en las cercanías de Córdoba

Así fue la tienta de Finito de Córdoba y Juan Ortega a las reses de El Capricho.

Así fue la tienta de Finito de Córdoba y Juan Ortega a las reses de El Capricho.
Juan Ortega a la verónica en El Capricho. | Javier Romero Jordano

Cuando Daniel Luque se convertía en el primer triunfador de la Feria de Sevilla y sus partidarios lo llevan en volandas a través de la Puerta del Príncipe de La Maestranza de Sevilla el pasado jueves 28 de mayo a 134 km de allí en línea recta terminaba una de las labores camperas preferidas de los ganaderos de bravo: la tienta.

La finca de El Capricho lleva en manos de la misma familia, los hermanos Centeno Guerra, desde 1898. Su abuelo, Antonio Guerra Bejarano, hermano y banderillero del célebre torero cordobés Rafael Guerra Guerrita, la adquirió un año antes de su retirada junto a una ganadería de reses bravas y tierras de labor y al morir en 1917 su viuda se hizo cargo de la misma hasta 1925 cuando vendió el ganado bravo. Los nietos de Antonio Guerra en 1987 decidieron continuar la afición de su abuelo y compraron reses del encaste Villamarta al torero Juan Antonio Ruiz Espartaco y a finales de los 90 se deshicieron de ese encaste para apostar por el Domecq con reses de Salvador Domecq. En esta ganadería dio El Guerra sus últimos muletazos ayudando a su hermano en la selección, como hacen hoy las principales figuras del toreo. También sostuvo con Joselito El Gallo un mano a mano en abril de 1914.

vacas-capricho-dehesa.png
Vacas bravas pastando en El Capricho

Un camino a través de la finca sube por la dehesa dejando a la izquierda un arroyo hasta la plaza de tientas que resiste al viento. La altura de la tapia hace que dentro no se perciba el vendaval en este día primaveral en el que en algún momento llegaron a caer algunas gotas de lluvia. A lo lejos se puede ver Córdoba, y en los días claros hasta Sierra Nevada. De la capital cordobesa distan a penas 10 kilómetros. Los alrededores son un festival de verde y flores en esta primavera tardía entre encinas. La imagen es bucólica. Además, las vacas bravas te las encuentras a lo largo del camino, mejor no ir muy rápido y verlas pastar tranquilamente con los becerros. El ganado manso y el resto del bravo están en otra zona de esta finca de más de 600 hectáreas.

Juan vs Juan, ‘Finito’ vs Ortega

Juan Serrano Finito de Córdoba no va a torear en el coso de Los Califas en la próxima Feria de Nuestra Señora de la Salud. El torero, que el año pasado celebró 30 de alternativa en su plaza de toros no pisará el albero cordobés y estará esos días de finales de mayo toreando en Perú, contó a LD. Tampoco hará allí el paseíllo el torero sevillano, de Triana, Juan Ortega, que estudió la carrera de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de Córdoba y pasó por la escuela taurina cordobesa. En Los Califas debutó como novillero en mayo de 2011.

finito-cordoba-capote-el-capricho.jpg
'Finito' parando a la vaca

Ambos ya conocían la finca de El Capricho. Finito es uno de los toreros que más veces ha pisado la placita de tientas de los Centeno Guerra, quizá el que más, y Juan Ortega lo hizo en su época de estudiante en Córdoba. En esos años ya empezó a llamar la atención de los aficionados cordobeses y en septiembre de 2014 tomó la alternativa en Pozoblanco de manos de Enrique Ponce. A los dos matadores de toros se unió el novillero Javier Moreno Lagartijo que tomará la alternativa en la plaza de toros de Los Califas el próximo 22 de mayo de manos de Alejandro Talavante con Roca Rey de testigo y con reses de Álvaro Núñez Benjumea. Además, estaban en la tapia esperando su turno varios torerillos que salieron a exprimir los últimos muletazos a las vacas tentadas por los mayores.

Juan Ortega está a menos de una semana de volver a La Maestranza en los últimos coletazos de la feria. Toreará con Morante de La Puebla y Roca Rey un encierro de Núñez del Cuvillo el viernes 6 de mayo. Uno de los mejores carteles del ciclo. Estuvo el pasado Domingo de Resurrección donde las reses de Juan Pedro Domecq deslucieron el espectáculo. En la tarde de la tienta lidió dos vacas a las que imprimió su arte y despaciosidad toreando tanto con el capote como con la muleta. Algunos lances fueron muy lentos y profundos, como es su tauromaquia. Le acompañó su hombre de confianza, el torero de plata Jorge Fuentes.

juan-ortega-muleta-el-capricho.jpg
Juan Ortega, en su turno

Para los no versados en las labores de los ganaderos de bravo en una tienta se prueban a las vacas que serán en el futuro las madres de los toros bravos. Por lo que la exigencia es lo más importante. Cada ganadero busca un comportamiento determinado en estas madres de la bravura que se lo puedan transmitir a sus hijos. Se les prueba en el caballo varias veces, a distinta distancia, y después el torero coge la muleta y realiza una faena como si actuara en una plaza de toros ante miles de personas. Finito de Córdoba, comentó que hay que tomarse en serio la labor y no "perderle el respeto" a las vacas. Por eso "no hay que dejarse tocar" por ellas. Hay que pensar que estás frente a un toro para entrenar el cuerpo y la mente para cuando estás en la plaza. Muchos toreros aprovechan las tientas en las ganaderías para ir preparando su temporada o alguna tarde importante. Para estar en forma cuando haya que vestirse de luces.

ganadero-aficionado-plaza-tientas.png
El aficionado Jesús Fernández junto a ganadero Antonio Centeno Guerra.

Las cuatro vacas que se tentaron fueron aprobadas por el ganadero, Antonio Centeno, y por sus sobrinos, dueños de la finca El Capricho. En su libreta iba apuntando las características de las reses y desde lo alto de los corrales dio las órdenes a los diestros para que pudieran lucirlas y demostrar su bravura. Al final, los asistentes tomaron unos refrescos y hablaron de las cualidades de las vacas y de cómo se habían sentido delante. Finito, el más veterano de la terna, estuvo en todo momento dando instrucciones a los torerillos cuando se pusieron delante. El maestro no dejó de enseñarles cómo tenían que colocarse, las distancias y lo que tenían que hacer una vez habían captado la atención de la res. Ellos luego corrieron a fotografiarse con Juan Ortega.

‘Finito’ y ‘Chiquilín’ vuelven a torear juntos

Al día siguiente cambió la terna. Aún quedaban algunas vacas para tentar este año y los ganaderos habían llamado a Julio Benítez, El Cordobés, hijo pequeño del V Califa del toreo, y el torero sevillano Javier Jiménez. Al grupo se unió Finito de Córdoba, que aún paladeaba los lances a las reses del día anterior, Javier Moreno Lagartijo, más torerillos y el torero retirado Rafael González Chiquilín, al que convencieron para que se animara a salir a la plaza de tientas y dar unas series. El cantaor El Pele se arrancó desde la tapia para deleite de los asistentes. Reconoció más tarde que no pudo evitarlo por las sensaciones que tenía al ver a los toreros y que es algo que sale "de dentro".

finito-cordoba-muleta-2.jpg
'Finito' torea ante la mirada de los torerillos y algunos aficionados

Finito y Chiquilín vivieron en la Córdoba de finales de los 80 y principios de los 90 una de las competencias de novilleros más fuertes que se recuerdan en la ciudad de Los Califas. Ambos lo recordaron cuando terminó la tienta al igual que los aficionados de más edad. Los más jóvenes sólo pudimos apreciarlo en estos breves minutos ante las vacas de El Capricho.

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Biblia Ilustrada
    • Libro
    • Curso