
El giro geoestratégico de Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un duro golpe para Europa. Ha quedado claro que no sólo va a dar la espalda a Ucrania para conseguir un acuerdo de paz favorable a los intereses de Rusia, sino que también dejará de ser en un futuro próximo el avalista de la seguridad europea. El viejo continente, a partir de ahora, deberá ser capaz de defenderse por sí mismo.
En este nuevo escenario, los países están tratando de crear una posición común, algo de lo que han sido incapaces en las últimas décadas. El liderazgo está corriendo a cuenta, como no podía ser de otro modo, del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y del primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer. ¿La Razón? Sus países son las únicas potencias nucleares del viejo continente más allá de Rusia, aunque los británicos dependen de Estados Unidos.
Después del encuentro celebrado en París durante la jornada de ayer con los Jefes de Estado Mayor de 31 países europeos para hablar de una misión militar en Ucrania, el presidente francés ha convocado para este miércoles también en la ciudad de la luz un segundo encuentro de relevancia. Se trata de una reunión de los ministros de Defensa de las cinco mayores potencias militares del continente.
Al mismo están invitados los responsables políticos de las fuerzas armadas de los dos países europeos con armamento nuclear (Francia y Reino Unido), a los que se unirán los que se supone que son los países con los tres mayores ejércitos del continente sin armamento nuclear. En este caso, por decisión de Macron, estarán también los ministros de Defensa de Alemania, Italia y Polonia.
La inclusión de este último país es lo que debería levantar ampollas en Madrid, puesto que las Fuerzas Armadas españolas habían sido tradicionalmente las quintas en potencia del continente –excluyendo siempre para estas cosas a Turquía–. Pero Margarita Robles no estará en París, aunque sí muy cerca, pues se ha trasladado a la ciudad francesa de Estrasburgo para visitar el Cuartel General del Euroejército.
Hacer una clasificación sobre la potencia militar de los diferentes países del mundo en muy complicado. El más reconocido internacionalmente en Global Fire Power, que analiza 55 variables diferentes (militares, civiles y económicas) de cada país. En este índice, Polonia jamás ha estado por delante de España. De hecho, en clasificación de 2025 se sitúa a España como la potencia militar mundial número 17 y Polonia aparece en el puesto 21.
Sin embargo, hay razones de peso para incluir a Polonia en el encuentro y no a España. En primer lugar porque España es un país que ha estado perdiendo capacidades durante años fruto de la baja inversión en Defensa. De hecho, es el país de la OTAN que menos invirtió en 2024, con el 1,29 por ciento del PIB, según las proyecciones de la propia Alianza Atlántica. Y lleva en los puestos más bajos del escalafón desde hace más de una década.
Por el contrario, Polonia, que aún tendría menos potencial militar que España, aunque ya estarían muy ajustados, lleva años aumentando su inversión en Defensa. La última proyección de la OTAN sitúo sus cifras de inversión en 2024 en el 4,12 por ciento de su PIB, siendo el país aliado que más porcentaje habría destinado. Una posición que ya ocupó con los datos oficiales de 2023, en los que destinó a Defensa el 3,92 por ciento de su PIB.
Este país ha hecho importantes compras en los últimos años para modernizar sus ejércitos, desde cazas F35A de quinta generación a helicópteros de ataque Apache, carros de combate, cazas de entrenamiento y obuses autopropulsados de fabricación surcoreana –para recibirlos en un plazo corto de tiempo–, RPAS MQ-9B SkyGuardian, sistemas de defensa antiaérea Patriot, así como elevados números de munición y misiles.
El Gobierno de Varsovia ha abierto su propio programa, denominado Orka, para potenciar su Marina con entre dos y cuatro submarinos, mientras ha anunciado en la última semana la puesta en marcha de un plan para dar formación militar a "todos los hombres adultos" del país con el que generar una importante reserva de posibles combatientes por si tiene que enfrentarse a una posible invasión rusa.