
Las playas del Mar Menor, en Murcia, han sido el escenario este domingo de un día histórico para las Fuerzas Armadas. El 15 de junio queda anotado, hasta nuevo aviso, como el día del último vuelo de la Patrulla Águila, el equipo acrobático del Ejército del Aire que durante 40 años ha hecho vibrar a niños y mayores, y que ha dibujado la bandera de España en unas 500 exhibiciones en España y el resto del mundo (unas 170 han sido fuera de nuestra fronteras).
Sus más de 275.000 horas de vuelo y el más de un centenar de pilotos que se han puesto a los mandos de sus cazas C101 han cristalizado este domingo en un show que ha entusiasmado a las miles de personas congregadas para la ocasión en la costa murciana. La misma que ve a diario como aprender a pilotar los alumnos de la Academia General del Aire (AIGA), la misma que ha visto entrenar a diario a los miembros de esta patrulla acrobática.
La Patrulla Águila no sólo ha contado con el calor de la ciudadanía. En una jornada tan especial, también ha estado presente el rey de España, Felipe VI, con uniforme de capitán general del Ejército del Aire; la ministra de Defensa, Margarita Robles; así como el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; o el Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), general del Aire Francisco Braco.
Precisamente ha sido el máximo responsable operativo del Ejército del Aire y el Espacio el que se ha comprometido a que la Patrulla Águila "siga volando". Lo que no se sabe es cuándo. No hay calendario ni fecha prevista para su regreso. Todo provocado por algo inevitable, la necesidad de dar de baja de forma definitiva los cazas C101 que han venido acompañando a este equipo acrobático desde su fundación.
El mítico caza C101, conocido popularmente como culopollo, ha dejado de estar en servicio tras más de cuarenta años formando pilotos. Ha sido sustituido por los nuevos Pilatus PC21, que ya han estado operativos los dos últimos cursos. La Patrulla Águila era el último reducto en el que permanecía activo y ahora se despide también de la unidad acrobática, que se pasa también al nuevo avión.
Este cambio obliga a hacer un parón para que los pilotos se adapten a la nueva aeronave. Los miembros de la Patrulla Águila llevan ya meses realizando pruebas para ver cómo se comporta el Pilatus PC21 sometido a las exigencias específicas del vuelo acrobático. Permite hacer las mismas acrobacias, aunque con la diferencia evidente de que el C101 era un caza a reacción y el nuevo avión es un turbohélice.
Un parón obliga a repensar el espectáculo de la Fiesta Nacional o 12 de Octubre de este año. Si la Patrulla Águila no ha reactivado su actividad para entonces no se descarta que se tenga que usar otro equipo acrobático. Todo apunta en ese caso a la Patrulla Aspa, el equipo acrobático del Ejército del Aire que emplea helicópteros EC-135, y que ya tiene experiencia dibujando la bandera de España en los cielos de diferentes ciudades españolas.
Precisamente, la Patrulla Aspa no ha dudado en acompañar este domingo a sus compañeros de la Patrulla Águila en el gran show de despedida temporal. Como tampoco lo ha dudado la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire (PAPEA). Ni otras patrullas acrobáticas internacionales como los suizos Patrouille Suisse, los británicos Red Arrows o los italianos Frecce Tricolori, que no se han querido perder un día tan especial.
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