El JEMAD mantiene que el 2,1% en Defensa será "suficiente" para la OTAN y no rechaza el veto a la tecnología israelí

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, ha defendido este miércoles la decisión del Gobierno español de elevar su inversión en Defensa únicamente hasta el 2,1 por ciento del PIB, pese a que en el seno de la OTAN se pactase hace unas semanas que esa cifra se elevase hasta el 5 por ciento del PIB, de la que un 3,5 por ciento debía ser gasto militar puro y el resto inversión en seguridad.

A su juicio, esa cifra de inversión es "suficiente" para que las Fuerzas Armadas españolas sean capacidades de poner a disposición de la Alianza Atlántica todas las capacidades militares que le fueron solicitadas para los próximos años a principios del pasado mes de junio. Unas capacidades de no son conocidas, pues los elementos claves de las mismas son consideradas por la OTAN como materia clasificada.

Durante una intervención en el Foro Nueva Economía sobre Defensa y Espacio, ha subrayado que el cumplimiento de los compromisos aliados no se medirá solo en términos presupuestarios, sino en capacidades concretas. En este sentido, ha mantenido que la OTAN ha aceptado una "flexibilidad soberana" para que cada país invierta lo que considere oportuno, una visión similar a la del Gobierno pero negada por el secretario general de la Alianza Atlántica.

También ha lanzado un mensaje directo a la industria de Defensa española: es urgente ampliar su capacidad de producción para poder entregar sistemas "robustos" y "operativos" en plazos más cortos. "No basta con diseñar o fabricar, hay que entregar producto terminado, probado y útil en el campo de batalla", ha insistido. Según el JEMAD, la experiencia reciente en Ucrania ha demostrado la necesidad de "una industria ágil, eficiente y autónoma".

En cuanto al modelo de reclutamiento, López Calderón ha descartado categóricamente el regreso del servicio militar obligatorio. A su juicio, no tiene sentido plantear una vuelta a la mili en el contexto actual. En su lugar, apostó por reforzar la figura de los reservistas voluntarios, a quienes considera un recurso valioso para cubrir necesidades concretas de personal con perfiles técnicos, logísticos o especializados.

El JEMAD también ha abordado la cuestión tecnológica. Sin mencionar explícitamente un veto, pero sin rechazarlo, ha advertido de que España no debe depender de tecnología de defensa procedente de países como Israel, especialmente en sistemas sensibles. "La soberanía tecnológica es fundamental. No podemos estar en manos de terceros para capacidades críticas", ha asegurado, en clara referencia a debates recientes sobre compras gubernamentales.

En esta misma línea, el máximo responsable operativo de las Fuerzas Armadas ha instado al desarrollo de una constelación propia de satélites de comunicaciones de baja órbita. Ha recordado el caso ucraniano, en el que la dependencia de la red privada Starlink ha generado tensiones, como una advertencia para Europa. "No podemos delegar nuestra defensa espacial en empresas privadas ni en actores externos", ha mantenido.

López Calderón ha alertado además de un cambio de paradigma global: "Cada vez más actores ven el uso de la fuerza como una herramienta política legítima", ha lamentado. En este nuevo escenario, defendió el papel disuasorio de las Fuerzas Armadas como garantía última de la paz. "La paz no se mantiene sola. Hay que trabajar para sostenerla todos los días. Si no lo hacemos, llegará un día en que se pierda", ha advertido con contundencia.

Por último, el JEMAD ha insistido en que la sociedad española debe recuperar una conciencia de defensa, entendiendo que la seguridad no es un hecho dado sino un esfuerzo colectivo. En su opinión, las amenazas actuales obligan a una reflexión seria sobre el papel de las Fuerzas Armadas y sobre la necesidad de dotarlas de los medios, personal y capacidades que exige el entorno estratégico actual.