Después de una larga y complicada temporada para la mayoría de ellos, nuestros chicos ÑBA han llegado al momento clave, aquél por el que uno pelea durante todo el curso, la fase final. Y como suele ser habitual, lo hacen con diferentes expectativas.
Por un lado tenemos a Pau Gasol, sin duda el representante más ilustre de nuestro país en esto del baloncesto. El de Sant Boi, después de una temporada plagada de altibajos, llega en buena forma para los play-offs, en los que sus Lakers, después de ser segundos de conferencia, se medirán a los Hornets de Nueva Orleans de David West y Chris Paul. A priori no debería haber grandes dificultades para los de púrpura y oro, que una temporada más se postulan como los grandes candidatos a hacerse con el anillo.
Para Gasol, que ha promediado 18,8 puntos y 10,2 rebotes por partido, se le presenta una magnífica oportunidad para demostrar que es uno de los mejores pivots del panorama baloncestístico y agrandar más aún si cabe su leyenda.
También oportunidad de oro para su hermano Marc, que por primera vez desde que cruzara el charco disputará una fase final. Su equipo, los Grizzlies, ha logrado ser octavo del oeste, por delante de equipos a priori más potentes como Houston o Phoenix. Y gran parte del mérito es del mediano de los Gasol, que ha promediado 11,7 puntos y 7 rebotes en 31,9 minutos durante la temporada regular.
No será fácil, pero, su estreno, ya que Memphis se medirá a los San Antonio Spurs, un equipo que se ha mostrado muy fuerte y fiable desde el arranque del curso, sobre todo en casa -sólo ha perdido cinco partidos- y que después del fracaso de la temporada pasada quiere volver a demostrar que es uno de los mejores conjuntos de la NBA. Con Parker y Ginobili en un gran momento, y la presencia siempre intimidatoria de Tim Duncan, lo normal sería la victoria, pero seguro que Randolph, Gay y compañía tendrán ganas de estrenarse a lo grande.
El tercer español que estará en liza en estos play-offs es Rudy Fernández. Después de un verano convulso, en el que parecía más fuera que dentro de la mejor liga del mundo, el mallorquín ha realizado su mejor temporada desde que arribara en el verano de 2008, quizá no por números (8,6 puntos), pues su año de rookie será difícil de igular, pero sin duda sí por sensaciones.
Y es que el ex de la Penya ha tenido partidos en los que ha tirado del equipo, rachas de anotaciones sensacionales y, por primera vez, más de un balón caliente que le llegara a sus manos en los minutos finales. Toda una muestra de confianza de su entrenador y, sobre todo, su equipo.
Rudy, junto a Aldridge (el mejor de los Blazers está temporada), Mathews, Wallace, Batum y compañía tratará de superar a los Dallas Mavericks del sempiterno Dirk Nowitkzi (23 puntos de media esta temporada), equipo que finalmente ha terminado tercero de temporada.
Peor suerte ha corrido José Manuel Calderón (9,8 puntos y 8,9 asistencias), que sólo ha podido lograr 22 victorias con sus Raptors después de una temporada llena de ausencias por lesión y en la que ha quedado patente la falta de una remodelación en la franquicia canadiense.