Hace dos años, la estrategia de TVE fue cortar la emisión cuando sonaba el himno y los aficionados del FC Barcelona y el Athletic de Bilbao le dedicaban una sonora pitada. Al final, tuvo que emitirlo de nuevo en el descanso y el lío le costó el cargo al jefe de Deportes de la televisión pública.
Ahora dos años después, el plan es el contrario. Si no quieres himno, dos tazas. La Federación parece dispuesta a reventar los tímpanos de los aficionados que acudan al estadio de Mestalla con tal de que no se puedan oír los pitos. Según Marca, la Federación ha contratado un equipo de 100.000 vatios con el que quieren poner el himno a 120 decibelios.
O sea, algo así como si un Airbus pasase a baja altura sobre el Estadio. Los expertos consideran que a partir de 55 decibelios se entra en niveles molestos para el oído humano y que a partir de 120 es peligroso para la salud, y traspasa el umbral de dolor. Por ejemplo, en los conciertos de Rock el máximo permitido es 100 decibelios.
Parece que las autoridades creen que el problema no es que hay gente que pita el himno nacional, sino que se oiga.