Sergio Busquets podrá jugar la final de la Liga de Campeones, después de que la UEFA haya desestimado sancionarle por supuestos insultos racistas al lateral brasileño Marcelo durante el partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones que Real Madrid y Barcelona disputaron el pasado 27 de abril en el estadio Santiago Bernabéu (0-2).
El club azulgrana anuncia que ha recibido la comunicación oficial en la que "la UEFA ha desestimado la reclamación presentada por el Real Madrid". Mediante un comunicado, el organismo europeo ha confirmado que no ha admitido la queja presentada por el club blanco debido a "la falta de pruebas sólidas y convincentes", una decisión que ha sido adoptada por el presidente de la Comisión de Control Disciplina de la UEFA, Thomas Partl, quien ha actuado en calidad de un único juez.
Esta comisión había abierto un procedimiento sobre el caso por supuestos insultos racistas que se habrían producido en aquel encuentro en el Bernabéu. El Barcelona había presentado unas alegaciones, después de que Jean-Manuel Leuba, inspector disciplinario de la UEFA, iniciara un procedimiento por el que solicitaba una sanción de cinco partidos de suspensión.
Durante el pasado fin de semana, la citada comisión se reunió para tomar una decisión a raíz de una prueba videográfica presentada por el Real Madrid en la que supuestamente Busquets había llamado "mono" a Marcelo. Sin embargo, el club azulgrana ha desmentido este extremo a través del portavoz de la junta directiva azulgrana, Toni Freixa, al afirmar que lo que le había espetado el jugador al madridista fue que tenía "mucho morro".
Guerra de denuncias
Éste es hasta la fecha el último capítulo del cruce de denuncias que se han producido tras el enfrentamiento de semifinales de la Champions entre Barça y Real Madrid. Inicialmente, el club blanco presentó una denuncia contra ocho jugadores azulgrana por presunta conducta antideportiva y el Barcelona otra a causa de unas "declaraciones inapropiadas" de José Mourinho, quien había cuestionado los triunfos azulgranas en las anteriores ediciones de la Liga de Campeones.
La Comisión de Control y Disciplina de la UEFA desestimó las presentadas por el Real Madrid e invitó al Barcelona a unirse al expediente incoado contra Mourinho por la propia UEFA. Posteriormente, Mourinho fue sancionado con cinco partidos de sanción y 50.000 euros de multa, mientras que a José Manuel Pinto, meta suplente del Barcelona, se le impuso una sanción de tres partidos, después de protagonizar un rifirrafe durante la ida de semifinales en el Bernabéu.
También la UEFA sancionó con un partido al central madridista Pepe, por su expulsión en aquel encuentro por una dura entrada sobre Dani Alves.