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Los hermanos Brownlee se exhiben en Madrid por delante de Gómez Noya

El mallorquín Mario Mola, gran apuesta de futuro del atletismo español, termina decimosexto, mientras que Raña acabó hundido.

Los hermanos Brownlee han dado una auténtica exhibición en la prueba del Mundial de triatlón disputada en la Casa de Campo de Madrid, que se ha llevado el mayor de los ingleses, Alistair, por delante de Jonathan, en una carrera en la que el español Javier Gómez Noya ha logrado un meritorio tercer puesto y, por tanto, mantiene el liderato del Mundial.

El gallego, doble campeón del mundo y que defiende esta temporada la corona capturada el año pasado en la Gran Final de Budapest, llegaba líder a Madrid después de vencer en Sidney en la primera prueba, donde el menor de los Brownlee también fue segundo. Puso todo lo que tenía, pero los británicos, con los que había impuesto un ritmo salvaje en bicicleta que rompió la carrera, fueron muy superiores corriendo. Y al final, Alistair, campeón mundial en 2009 y que a finales de mes defenderá su título europeo en Pontevedra, impuso su rango, logrando su tercera victoria consecutiva en Madrid.

El ruso Dmitry Polyanski fue el primero en salir de las aguas del lago del bosque madrileño, al que se dieron dos vueltas para completar los primeros 1.500 metros. Y, como era de esperar, nada más completarse la primera transición, los Brownlee apostaron por su habitual táctica nada más arrancar el tramo ciclista, aprovechando la dureze del circuito madrileño, con ocho giros y otras tantas subidas a la cuesta del Teleférico, de unos 400 metros y con un doce por ciento de desnivel.

Gómez Noya se sumó a una estrategia sobradamente conocida por el grueso de los competidores, que sabían que si querían optar a los puestos de honor, debían estar muy atentos a un tirón inicial que sirvió para hacer la primera selección, un grupo de catorce que pronto se quedó en docena.

En ese grupo de cabeza viajaban, junto a Noya y los Brownlee, otras figuras de la talla del francés Frederic Belaubre, el propio Polyanski y sus compatriotas Alexander Brukhankov e Ivan Vasiliev; así como el campeón olímpico alemán Jan Frodeno y su paisano Maik Petzold.

Por detrás, entre el primer grupo y el pelotón, pedaleó durante un buen rato el también campeón mundial Iván Raña, que se las vio y se las deseó un buen rato junto al japonés Hirokatsu Tayama. En el tercer grupo, pero iniciando su remontada ya, se encontraba el joven mallorquín Mario Mola, que había quedado rezagado tras el paso por el agua, así como Ramón Ojeda, quien acabaría retirándose de la prueba.

El trabajo de los ingleses y de Noya dio sus frutos y los doce de cabeza llegaron a la segunda transición con 1:30 de ventaja.A partir de ese momento, todo apuntaba a la crónica de un duelo anunciado, porque nada más bajarse de la bici, los Brownlee y el doble campeón mundial español enchufaron la directa y se despidieron del resto, dejando bien claro cuál sería la composición del podio.

Sin embargo, pronto saltó a la vista que la victoria sería una cuestión puramente familiar: antes de completarse la primera de las cuatro vueltas al circuito pedestre (10.000 metros), Gómez Noya ya no pudo aguantar el endiablado ritmo de los británicos. Alistair tiraba de Jonathan y ambos sobrepasaron el ecuador del último segmento con medio minuto respecto al español y 43 segundos sobre Brukhankov, quien se aproximaba peligrosamente al astro gallego. A falta de un último giro, la diferencia creció. Noya estaba 43 de los Brownlee, pero, al menos, percibió que el ruso se quedaba.

Y ahí se acabo la sociedad fraternal: Alistair tiró de jerarquía, a falta de dos kilómetros dejó atrás a su hermano y voló hasta la meta, donde celebró su tercer triunfo consecutivo en la capital de España. Con tal suficiencia, que se permitió el lujo de cubrir el último tramo de la recta final caminando y saludando al público. Esperó a Jonny y se abrazó a él, antes de cruzar primero la meta, con un tiempo de una hora, 51 minutos y seis segundos.

Gómez Noya, cuyo principal objetivo esta temporada es el Europeo de Pontevedra -donde reside- se conformó con mantener el liderato del Mundial tras firmar el tercer puesto, a 44 segundos de Alistair.

El mallorquín Mario Mola, que culminó una espectacular remontada en la última carrera, fue finalmente el segundo mejor español, con una meritoria decimosexta plaza, a 2:38 de Brownlee; y Raña entró el 41, a cuatro minutos del inglés.

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