El culebrón de Cesc Fábregas va para largo. Una vez más. Según asegura el diaro El Mundo Deportivo, el Arsenal habría rechazado una primera oferta por el internacional español de 30 millones de libres esterlinas más Thiago Alcántara o Bojan, a elegir.
El cuadro londinense, si bien parece que este verano está más accesible a negociar que en ocasiones anteriores, ha dejado claro que tampoco va a dejarlo en bandeja. Wenger ha dicho que sólo quiere dinero –se habla de 40 millones-, y que no va a aceptar a ningún futbolista en la operación.
Lo que parece claro es que más allá de cantidades, negociaciones y representantes, la presión que pueda ejercer Cesc Fábregas será pieza clave en cualquier acuerdo que se pueda alcanzar. Y el catalán tiene claro que este verano es el definitivo. Si el año pasado acabó aceptando y cediendo en favor de los gunners, en este parece inevitable su salida rumbo a Barcelona, lo que puede provocar alguna rebaja en las pretensiones del Arsenal.
El vaticinio de Arshavin
Que cuando Fábregas salga será rumbo al Barcelona es algo que se sabe desde hace tiempo. Que va a ser este verano, parece ser que también. Y es que el episodio que contó Arshavin parece bastante revelador. En la cena de final de temporada el catalán se presentó con un regalo para cada uno de sus compañeros. Cuando el futbolista ruso recibió el suyo, le preguntó que por qué hacía eso, que si era como presente de despedida. Cesc se quedó callado. Y ya saben que quien calla...