La última eliminatoria por el ascenso se caracterizó por la extrema igualdad entre Elche y Granada, que empataron sin goles en Los Cármenes y a un tanto en el Martínez Valero, así como por los incidentes registrados en ambos encuentros.
En el partido de Elche, según señalaron integrantes de ambos equipos, hubo fricciones al acabar el partido en la zona de vestuarios, donde Samuel y Alex Geijo llegaron a algo más que palabras, mientras que Roberto, el guardameta del Granada, recibía dos puñetazos aún sobre el césped.
Posteriormente llegó el cruce de declaraciones. El técnico local, José Bordalás, llamó "indigno" para la profesión de entrenador al técnico del Granada, Fabriciano González, mientras que Quique Pina, presidente del Granada, afirmó que Bordalás había instado tras el partido a sus jugadores a acceder al vestuario del equipo granadino y el máximo accionista del Elche, Juan Carlos Ramírez, reconoció que tuvo un cruce de palabras con Fabri.
"Hemos tenido infinidad de provocaciones por parte del Granada, pero no vamos a descubrir ahora quién está detrás de este club y quién es Fabri, y no voy a hablar de ciertas reuniones que hubo en los últimos días o de llamadas telefónicas", dijo Ramírez, quien también ha recordado que cuando Fabri llegó al estadio les dijo que les iban a machacar y admitió que le respondió que era "un hijo de puta" por sus provocaciones.
Bordalás ha denunciado que Fabri hizo un corte de mangas a la afición ilicitana tras el gol visitante y ha recordado que el técnico gallego fue despedido del Elche hacia varias temporadas, cuando el equipo marchaba segundo en la Liga. A todas estas acusaciones se han unido la invasión de público tras el encuentro, el lanzamiento de piedras dentro del campo y el cruce de insultos entre los seguidores de ambos equipos.
La diferencia con el encuentro de ida, en el que el autobús del Elche fue apedreado, ha sido que la mayor parte de los incidentes se han producido en esta ocasión dentro del estadio, mientras que en la ida tuvieron lugar en el exterior.
José Sepulcre, presidente del Elche, ha reconocido que para su club es muy duro ver cómo el Granada celebraba el ascenso en el Martínez Valero y dice que no olvida el "gol legal" de Pelegrín "y un penalti a Jordi Xumetra que no se pitó", además de lamentar los altercados que se produjeron al final del partido.