La historia del golf la ha escrito de nuevo un joven de 20 años: el amateur inglés Tom Lewis, que se sitúa colíder del Abierto Británico, tercer major de la temporada, junto a un viejo rockero como es el danés Thomas Björn. Ambos han firmado una espectacular vuelta de 65 golpes –cinco bajo el par del campo de Royal St. George's en Sandwich (Kent, Inglaterra)–, para igualar los registros que consiguieron Frank Strenahan y Sir Michael Bonallack en 1953 y 1968, respectivamente.
Además, Lewis también hace historia al convertirse en el amateur que mejor tarjeta presenta en las 140 ediciones del Abierto Británico, superando el récord que hasta ahora ostentaba el también inglés Justin Rose (66 impactos).
Independientemente de estas marcas históricas, la primera jornada del Abierto Británico ha tenido un protagonista habitual en Inglaterra: el viento, con rachas de hasta 40 kilómetros por hora, muy cambiante, con intervalos prácticamente sin influencia y que ha provocado una gran desigualdad, sobre todo en lo que a resultados se refiere.
A la dificultad eólica, hay que añadir que este campo del Royal St. George's, preparado como siempre de forma espectacular por The Royal Ancient, tiene calles onduladas de entre 25 y 40 yardas de ancho –dependiendo de la dificultad del hoyo–, unos greens rápidos y firmes, donde cuesta mucho trabajo detener la bola, y un rough natural que se prepara con tres semanas de antelación. La naturaleza hace el resto.
Este tercer major de la temporada ha dejado unas vueltas de golf realmente excepcionales y hasta 50 jugadores han conseguido bajar o igualar el par del campo, lo que ya de por sí es realmente difícil teniendo en cuenta las duras condiciones meteorológicas que se han registrado este jueves en Sandwich. Eso sí, el viento ha ayudado a los golfistas por la tarde. Así por ejemplo, en el hoyo 16 –uno de los pares 3 del recorrido– utilizaban un hierro 8 para alcanzar el green mientras que por la mañana tenían que usar un hierro 6. Pero esta circunstancia no la han sabido aprovechar jugadores de la talla de los ingleses Luke Donald y Lee Westwood, números uno y dos del mundo, respectivamente; los sudafricanos Louis Oosthuizen, defensor del título, y Charl Schwartzel, reciente ganador del Masters de Augusta; o el irlandés Padraig Harrington.
En cuanto a los cinco españoles en liza, suerte dispar. Sin duda el mejor ha sido Miguel Ángel Jimenez, que ha sacado a relucir toda su experiencia y clase para firmar un tarjeta de -4 y colocarse en tercera posición. Muy buena actuación también de Pablo Larrazábal, situado séptimo en la tabla con -2.
Sergio García, que en la víspera aseguraba que iba a luchar por la Jarra de Plata con todas sus fuerzas y hasta el final, ha igualado el par del campo. El castellonense ha estado probando este jueves un nuevo drive de Taylor Made, que en la segunda jornada dejará en la taquilla para volver al que tan buenos resultados le está dando hasta la fecha. Alejandro Cañizares se hundía a partir del hoyo 14, en el que ha firmado un triple bogey cuando iba con -2, y ha terminado pagando su inexperiencia en este tipo de torneos para concluir con +3.
Mención aparte merece la actuación de Álvaro Quiros, que no ha encontrado nunca su juego, aunque bien es cierto que le ha tocado en el peor turno, cuando las condiciones climatológicas eran terribles. Pese a embocar dos birdies y un eagle, el gaditano también ha cometido tres bogeys y tres triples bogeys que han estropeado su tarjeta, colocándole en una situación realmente difícil al quedarse con +5 y ocupar el puesto número 129. Quirós, salvo milagro, difícilmente pasará el corte este viernes.
Será un día casi de calma chicha, al menos por la mañana. Por la tarde cambiará la situación porque se anuncia tormenta.