El presidente del Fútbol Club Barcelona, Sandro Rosell, ha sido relacionado por el prestigioso The Economist en una trama de corrupción en Brasil, por unos supuestos negocios con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira.
Según el semanal británico, que dedica un extenso reportaje a los problemas que está sufriendo el país sudamericano para poner a punto todo el entramado relacionado con la organización del próximo Mundial de fútbol, en 2014, Teixeira estaría relacionado con un escándolo económico por la celebración de un partido amistoso de la selección brasileña en noviembre de 2008, en el que también habría participado Rosell.
Teixeira, personaje que siempre ha estado vinculado a la polémica y ha sido acusado en múltiples ocasiones de malversación y evasión de impuestos, habría recibido grandes cantidades económicas a través de la firma de contratos con objetivos que aún permanecen desconocidos –supuestamente por "derechos de comercialización y otros servicios vagamente definidos" para el amistoso que Brasil disputó ante Portugal en Brasilia en noviembre de 2008.
Y en esos contratos aparece el nombre de Sandro Rosell, quien seis meses antes se había convertido en el director de Ailanto, una firma de marketing deportivo de Rio de Janeiro que llevó a cabo tareas de transporte y acomodo para los futbolistas de ambos equipos por cantidades muy elevadas. Precisamente es ese acuerdo el que está siendo actualmente investigado por corrupción, máxime después de que oficialmente se declarara que los gastos habían sido muy inferiores a lo que realmente se facturó.
Además, otros personajes relacionados con Teixeira y Rosell también estarían siendo investigados. Es el caso de la brasileña Vanessa Precht, socia de Rosell en Ailanto, o Claudio Honigman, colaborador del presidente del Barcelona en distintas compañías de marketing deportivo en Brasil.
La relación viene de antes
The Economist, por otro lado, recuerda que la relación entre Teixeira y Rosell comenzó varios años antes de este supuesto escándalo. El actual presidente del Barcelona fue director de marketing deportivo de Nike en 1999 para gestionar la relación de la firma deportiva con la Confederación Brasileña de Fútbol. En aquella época, el presidente brasileño ya había sido acusado de aceptar sobornos.
"The Economist tiene copias de lo que parecen ser los contratos", afirma el periódico, que asegura que tanto Teixeira como Rosell se han negado a darles ninguna explicación. El brasileño "ha mantenido su posición en lo más alto del fútbol brasileño a pesar de todos sus escándalos de corrupción, pero quizá esta vez sea definitiva", apunta el medio. Veremos hasta dónde llega a salpicar al presidente del Barcelona.