La selección española se encuentra en Costa Rica para la disputa del último partido oficial del año y el primero en el país americano, que va a reportar a las arcas de la Federación Española dos millones de euros.
Como campeones del mundo, la Federación quiere explotar al máximo esta imagen y está llenando el calendario de amistosos en países lejanos que dejan jugosos cheques en las manos de la Federación Española.
El último país que ha recibido a la selección española ha sido Costa Rica y lo ha hecho con honores. Además de la calurosa aceptación por parte de los aficionados, la presidenta del país, Laura Chinchilla, dio la bienvenida a sus huéspedes en la Casa Presidencial. Toda una deferencia para un equipo de fútbol.
La manera de compensar dicho gesto por parte de la Federación fue un discurso improvisado de Ángel María Villar, lleno de despropósitos, y unos jugadores que acudieron a la recepción vestidos con un chándal, como ya hicieron el pasado mes de octubre cuando recibieron la Real Orden del Mérito Deportivo.
Villar, nuevo ministro de Exteriores
Desde que España ganó el Mundial de Sudáfrica, Villar se ha autoproclamado una especie de ministro de Exteriores improvisado y hace gala de ello en cada país que visita.
El trabajado discurso del presidente de la Federación en Costa Rica tenía perlas como las siguientes: "Es un país verde que tiene una mujer como presidenta, por lo que le doy la enhorabuena por ser mujer y por ser presidenta".
Ángel María Villar continuó con su labor diplomática de esta forma: "En cien años, España nunca ha jugado en Costa Rica, un país que nos ha dado amor y afecto, y si estamos aquí es por eso, por eso y porque soy amigo del presidente de la Federación, Eduardo Li, y porque un empresario de este bonito país lo ha hecho posible".
Ya de forma más informal, se pudo ver departiendo a Villar con la presidenta Chinchilla en compañía de Casillas, al que elogiaba de una forma particular: "Este señor, aparte de un extraordinario portero, es un tío de puta madre", soltaba Villar antes de que le interrumpiera la presidenta preguntándole si era "organizador".
En otro corrillo estaban varios jugadores de la selección charlando de forma relajada y dando un repaso a la actualidad en España. "Terelu Campos", se le oía decir a Xabi Alonso, hablando de la portada de la revista Interviú.
La presidenta de Costa Rica, que asistió atónita a este discurso, respondió con mucha más elegancia y agradeció a la selección al viaje. Para concluir con tal bizarra recepción, tuvo lugar una foto de todo el grupo, incluyendo a Manolo el del Bombo. Todo un ejemplo de protocolo.
También en México
Nada más conquistar la Copa del Mundo, la Federación Española, antes incluso del comienzo de temporada, organizó un partido ante México en el Distrito Federal. Hasta allí fue Villar, que dejó su impronta en la visita a la Virgen de Guadalupe.
"Como ser humano tengo que dar una explicación interna a mi alma dónde estoy y por qué estoy, por eso soy religioso. Siempre que he venido a México he visitado la ermita y después a la Basílica", declaró. "Escuché misa y solicité una cosa banal ¡ser campeón del mundo! Soy un egoísta, tremendamente egoísta, esas cosas no se piden y la madre de Dios me lo ha concedido".