El inversor malayo Tony Fernandes, dueño del Queens Park Rangers tras comprar por 53,8 millones de euros las acciones de Bernie Ecclestone y Flavio Briatore, implanta un toque personal, por lo participativo, en la gestión de su modesto club que vive en la 17ª posición de la Premier, a tres puntos de la zona de descenso.
Futbolísticamente hablando, el empresario malayo ha sido siempre un hincha del West Ham United, que descendió a la Championship la temporada pasada. En esos momentos duros de la última primavera, Tony Fernandes hizo una oferta para hacerse con el club del este de Londres, pero fue rechazada por sus propietarios. El 18 de agosto se convertía en el accionista mayoritario del Queens Park Rangers, con el 66% de los títulos.
En noviembre pidió a los seguidores del QPR que enviaran al club "sugerencias para fichar jugadores" y según Fernandes el éxito de la convocatoria ha sido sensacional. "No podemos conocer a todos los futbolistas y de golpe tenemos cien mil ojeadores que trabajan para nosotros, hemos visto jugadores de los que jamás habíamos oído hablar. Neil Warnock (el entrenador) ha visto los vídeos y ha dicho que no están nada mal", dijo el presidente, citado por el diario L'Equipe.
El contacto con los aficionados de su nueva propiedad le obliga a hacer piña con la afición y a formular promesas atractivas a través de Twitter, como la de revisar los precios de las entradas, cuya elevación provocó amplias protestas en la masa de seguidores y, mientras tanto, ir construyendo un estadio en consonancia con el nivel Premiership, con el triple de aforo que el actual Loftus Road, en el que solamente caben 18.500 espectadores.
Los fichajes próximos tendrán, al menos de cara a la galería, el sello de la colaboración de la afición del Queens Park Rangers. Y se sumarán a los realizados durante el verano pasado: Barton, Wright-Phillips, Anton Ferdinand, Traoré y Luke Young. Ahora serán los 'expertos' de las redes sociales los que descubran las primeras señales de hacia dónde puede ir la próxima plantilla.