El Barcelona, la Federación Española de balonmano y el Consejo Superior de Deportes (CSD) no puede dar crédito a lo sucedido. Laszlo Nagy, capitán culé, ha comunicado a un directivo del club su intención de marcharse a Hungría un día después de su eliminación de la Liga de Campeones y tras hacerse efectiva su nacionalización.
El viernes, el Consejo de Ministros anunció la nacionalización de Nagy. La intención era que el húngaro pudiera competir con España en los Juegos Olímpicos de Londres. El húngaro cumple con los requisitos –arraigo y diez años de residencia-, con lo que la Federación instó al CSD a que considerara a Nagy deportista de interés para el equipo nacional y así acelerar los trámites, según informa el diario Marca.
Después de tener la nacionalidad española y tras la eliminación del Barcelona de la Liga de Campeones, Nagy ha comunicado al Barcelona su intención de regresar a su país para jugar en el potente Veszprem, con lo que estaría descartado para jugar con la selección.
Tras once temporadas en el Barcelona, el capitán abandonaría la disciplina por la puerta de atrás. Nagy estaba negociando la ampliación de su contrato, que finaliza en 2013, y quería un importante aumento de su ficha. El Barcelona, pese a los tres millones de cláusula de rescisión, tendrá que negociar su salida para no quedarse con un jugador en rebelión que quedaría libre la próxima campaña.