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Copa del Rey

Atronadora pitada a una versión mínima del himno

Pese a la supermegafonía y a los intentos de TVE, la pitada volvió a ser generalizada.

Tal y como habían denunciado en varias ocasiones la Fundación DENAES y Esperanza Aguirre finalmente la final de la Copa del Rey se ha convertido en un acto político contra los símbolos de España.

Pese a la megafonía preparada para la ocasión para que se pudiera escuchar el himno, y a que TVE bajó el sonido, los pitos de los aficionados del FC Barcelona y del Athletic de Bilbao han vuelto a empañar un espectáculo deportivo de primera índole.

La atronadora pitada consiguió empequeñecer el himno, que fue muy reducido, algo que justifican por la presencia del Príncipe, y no el Rey, en el palco. Se hizo prácticamente inaudible en el estadio, según reconoció el propio locutor de TVE, a pesar de los miles de decibelios preparados para la ocasión. Mientras tanto, la afición barcelonista portaba miles de banderas de Cataluña, muchas de ellas independentistas.

Justo en los momentos previos a que se escuchara el himno nacional las dos aficiones se juntaron para insultar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, bajo el grito de "hija de puta, Esperanza". La popular ha sido la política la que se ha mostrado más contundente contra la humillación de los símbolos nacionales y los grupos independentistas se han acordado de esto en el Vicente Calderón.

Tampoco faltaron durante el partido mofas al Rey. De hecho, la cacería del Botsuana fue uno de los temas estrella antes de la final. Así, en el campo buena parte de los aficionados cantaron la canción "un elefante se balanceaba", en alusión al escándalo que salpicó al Rey.

Ya durante los prolegómenos se intuía lo que iba a pasar horas más tarde en el campo. Los aficionados no dudaron en reirse del Rey y todo ello a pesar de que la final estuvo presidida por el Príncipe. La cacería del Rey en Botsuana fue objeto de broma y con la imagen de un elefante tanto en camisetas como en pancartas hacían su particular homenaje al jefe del Estado.

Durante las horas previas al partido también fueron caldeando el ambiente con cánticos contra España tales como "español el que no bote" o "visca el Barça, visca Cataluña y puta España".

También algunos periodistas fueron objetos de las iras de algunos de los aficionados vascos y catalanes. De hecho, reporteros de Telecinco y Telemadrid tuvieron que soportar el boicot y los insultos de estos grupos.

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