Un enchufado Frank Ribéry mejoró ostensiblemente la imagen de Francia a diez días de su debut en la próxima Eurocopa y permitió a los de Laurent Blanc lograr una brillante victoria ante Serbia (2-0) que reafirma sus opciones de hacer algo importante en Ucrania y Polonia.
Los bleus sumaron así su vigésimo partido consecutivo sin conocer la derrota y volvieron a demostrar que le tienen tomada la medida a los equipos de la antigua Yugoslavia, contra los que nunca han perdido.
Francia comienza a tener el aspecto de un favorito para la Eurocopa y de ello tiene mucha responsabilidad Ribéry. El jugador del Bayern de Múnich tiene muchas espinas que sacarse y parece dispuesto a comenzar a hacerlo en la próxima competición. Contra Serbia fue el artífice del mejor primer tiempo que los aficionados francesas recuerdan de su selección.
Apenas tardó once minutos el eléctrico jugador del Bayern en abrir la lata serbia. Lo hizo con una internada por la izquierda, su ámbito favorito, una jugada rápida y potente que despistó a la zaga rival. Precisó de un apoyo de Clichy, el jugador que disputa a Patrice Evra un lugar en el lateral zurdo. El defensor del Manchester City devolvió la bola y Ribéry marcó a placer.
Y la presión dio sus frutos porque los visitantes perdieron un balón en la medular del área en el minuto 15, con tan mala suerte para ellos que llegó a los pies de Malouda, que de potente disparo encontró la escuadra de Brkic.
El tanto no sació a los bleus, que siguieron buscando el tercero. Sin embargo, en la segunda parte calmó algo el juego y no varió el marcador.
Alemania deja dudas
Alemania derrotó a Israel (2-0) en su último amistoso antes de la Eurocopa pero dejó muchas dudas en un partido en el que jugadores claves en la organización del juego germano, como el madridista Mesut Özil y Toni Kroos, estuvieron por momentos demasiado apagados y excesivamente imprecisos.
La idea del amistoso contra Israel era tener como rival a un equipo que encerrará atrás, como se espera que lo haga Dinamarca en el último partido de la fase de grupos de la Eurocopa, y así ocurrió. Los israelíes se refugiaron en su área y la tarea alemana fue buscar la fórmula para romper el cerrojo.
Cerca del descanso, Alemania abrió el marcador gracias a un pase de Khedira a Mario Gómez, que abrió el marcador con un remate desde unos seis metros.
En el segundo tiempo, el partido se hizo un poco más abierto, Özil se enchufó por momentos y Alemania tuvo más ocasiones claras. Israel, por su parte, llegó dos veces, con remates de media distancia de Natcho y de Vermouth,
El segundo gol alemán lo marcó en el 82 André Schürrle con un remate de media distancia y el tercero estuvo a punto de llegar en el 87, cuando Harush paró un remate de cabeza a quemarropa de Miroslav Klose.