Partido intenso en Wroclaw, donde la República Checa ha conseguido un triunfo por la mínima ante Polonia (1-0) que le da el billete a cuartos de final de la Eurocopa. El correoso equipo centroeuropeo de Michal Bilek, que fue de menos a más, se medirá en cuartos de final al segundo clasificado del apretado grupo B, formado por Alemania, Portugal, Dinamarca y Holanda, que resolverá este domingo.
Tras una primera parte pasada por agua, en la que los polacos fueron superiores y gozaron de más ocasiones, los checos empezaron a crear mucho peligro tras el descanso hasta que Jiracek, a los 71 minutos, marcó el único tanto de la noche tras una gran jugada. Los coanfitriones de la Eurocopa no arrojaron la toalla y fueron a por el empate, pero acabaron encajando una derrota que les deja fuera del torneo.
Polonia salió más enchufada. Lo intentaron Lewandowski, Blasczykowski y Polanski en los primeros minutos, pero se toparon con la seria defensa checa. También Petr Cech, muy atento en las salidas y en las jugadas a balón parado, frenó la embestida local. Eran los coanfitriones los que llevaban descaradamente la iniciativa ante el equipo de Bilek.
Comenzó a jarrear en Wroclaw y fue entonces cuando la selección checa se quitó la presión inicial de encima para llegar cada vez con más frecuencia a la portería de Tyton. Jaroslav Plasil pidió la pelota en el centro del campo y movió bien a sus compañeros, tratando de sorprender a la zaga rival. Se animó el exjugador de Osasuna con un disparo desde la frontal, aunque el jugador checo más peligroso era Vaclav Pilar. Este hábil y rápido futbolista, que milita en el Wolfsburgo, ponía en serios aprietos tanto al lateral Piszcezk como al central Wasilewski, que tuvieron que emplearse a fondo para frenar sus embestidas.
El partido se ponía muy interesante, empezaba a ser de ida y vuelta, y el gol podía caer en cualquier portería. Al descanso se llegó con el 0-0, con lo que polacos y checos se empezaban a ver fuera de la Eurocopa porque en el otro partido del grupo, Karagounis adelantaba a Grecia ante Rusia en el tiempo de prologación. Con esos dos resultados, eran los rusos y helenos los que pasaban provisionalmente a la segunda fase.
Jiracek, el salvador
La República Checa confirmó su mejoría tras el intermedio y cada vez eran más frecuentes sus llegadas al área rival. Milan Baros gozó de dos ocasiones al comienzo de la segunda mitad, aunque la más clara fue para Sivok, que remató a bocajarro en boca de gol y se topó con la milagrosa intervención de Tyton, quien se encontró la pelota para salvar a Polonia. La sensación era de que el gol checo iba a llegar en cuestión de minutos.
Y, efectivamente, poco tardó el equipo centroeuropeo en amargar las esperanzas de Polonia, que estaba obligada a ganar, y empezar a forjarse el billete a cuartos. A los 71 minutos, Jiracek recibió un buen pase en profundidad de Baros, recortó a Wasilewski en el área, lo dejó sentado y batió a Tyton con un tiro raso. Era el premio al mejor juego de Chequia frente a un equipo al que parecía acabársele pronto la gasolina.
Pero los polacos no iban a arrojar tan fácilmente la toalla y en la recta final tuvieron dos buenas ocasiones para haber logrado el empate, lo que igualmente les hubiera dejado fuera de la competición. A los 85 minutos, un cabezazo de Wasilewski salió desviado por centímetros, mientras que Kadlec salvó casi en la misma raya de gol un centro-chut de Pawel Brozek.
Al final, victoria de la República Checa que la mete en cuartos de final, mientras que Polonia dice adiós a su Eurocopa. Los coanfitriones han dejado buenas sensaciones en sus tres partidos, pero con eso no basta en una competición de este calibre.
Ficha técnica
Polonia, 0: Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch; Dudka, Polanski (Grosicki, m.55); Blaszczykowski, Murawski (Mierzejewski, m.73), Obraniak (Brozek, m.73); y Lewandowski