El jeque del Paris Saint-Germain, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, llegó al club francés con la idea de colocarlo entre los mejores de Europa. Para ello, lleva dos años reventando el mercado de fichajes. La primera temporada concluyó en un gran fracaso sin levantar un solo título y no permitirá que pase lo mismo en su segundo año.
Para ello está dando a Carlo Ancelotti todos los mimbres posibles. El italiano llegó al club a mediados de la temporada pasada sustituyendo al brasileño Leonardo. Pese a la experiencia del técnico italiano, éste fracasó y no conquistó la Ligue 1 para el PSG, competición que se le resiste desde 1994. Eso sí, el PSG jugará la próxima edición de la Champions.
Para competir con garantías en la máxima competición continental, el jeque está reforzando el equipo con jugadores de talla mundial. Primero llegó Ezequiel Lavezzi y el jueves reventó el mercado con los fichajes de los milanistas Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva por 65 millones de euros.
El sueco vuelve a dejar un club por la puerta de atrás. Después de no lograr el título de liga con el Milan, Ibrahimovic amenazó con marcharse si no hacían un equipo competitivo. Dicho y hecho. Tras ganar cinco Ligas consecutivas –Inter, Barcelona y Milan (le quitaron el Scudetto con la Juventus)-, el sueco estaba frustrado. Eso sí, a diferencia del caso del Barcelona –fue fichado por 70 y vendido por 30-, el negocio para el Milan ha resultado rentable, ya que lo vende por el mismo precio después de dos años en los que ha anotado 50 goles.
Sin embargo, Ibrahimovic siempre fracasa en los momentos importantes. El sueco es un amuleto para levantar títulos ligueros, pero un gafe en los torneos internacionales. De hecho, siendo considerado uno de los mejores delanteros del mundo, Ibrahimovic sólo ha conquistado dos títulos internacionales –Supercopa de Europa y Mundialito de Clubes con el Barcelona-.
En la Champions, la verdadera ambición del jeque Al Thani, ha fracasado una y otra vez. El colmo de su divorcio con la máxima competición continental lo vivió con el Barcelona, al que llegó el año después de conquistar la tercera Champions y se marchó justo cuando el equipo de Guardiola levantaba la segunda Orejona en tres años.
Ahora, Ibrahimovic, que ha movido casi 200 millones de euros en fichajes, jugará en su séptimo equipo de nivel en cinco ligas diferentes. Malmö, Ajax, Juventus, Inter de Milán, Barcelona, Milan y ahora PSG han disfrutado de sus goles dentro del campo y de sus caprichos fuera de él. Genio y figura tendrá en el fútbol francés su penúltima oportunidad (tiene 30 años) de triunfar a nivel internacional.