España se marcha de Londres con 17 medallas y sólo tres oros en su casillero en el vigésimo primer puesto del medallero, por detrás de países como Kazajistán, Hungría, Cuba o Irán.
La última medalla la ha conseguido la selección española de baloncesto, que ha logrado la plata tras caer (107-100) ante Estados Unidos en una final para la historia. El conjunto de Pau Gasol ha hecho que los españoles despidan Londres con un buen sabor de boca, sin embargo, las expectativas iniciales no se han cumplido y se han conseguido menos preseas y menos oros que en la cita olímpica de Pekín.
En la capital china España logró 18 metales, cinco de ellos oro, finalizando en la decimocuarta posición del medallero. En Londres, España se despide con tres oros, nueve platas y cuatro bronces, lejos de las cifras de China.
Tras los Juegos Olímpicos de Barcelona, donde España alcanzó su techo con 22 medallas, trece de ellas oro, sólo en Sydney –se lograron once- se consiguieron menos medallas que en Londres. No obstante, en la última semana de competición, España ha logrado maquillar lo que parecía una debacle del deporte nacional.
Mal comienzo de competición
Las opciones de medalla se empezaron a esfumar antes, incluso, del comienzo de los Juegos Olímpicos. De los cinco oros de Pekín, sólo Saúl Craviotto repetía en la cita olímpica, ya que Rafael Nadal y Samuel Sánchez tuvieron que renunciar a Londres por sendas lesiones.
Con la lesión de Samuel Sánchez, las opciones de medalla en la prueba de ciclismo en ruta se redujeron y, pese al empuje de Luis León Sánchez, España no lograba ninguna medalla en el día inaugural. Además, la selección de fútbol, firme candidata al oro, se protagonizó la gran decepción de los Juegos al caer eliminada a las primeras de cambio tras perder contra Japón y Honduras en sus dos primeros partidos.
Hubo que esperar al quinto día de competición para ver a algún español subido al podio. Mireia Belmonte logró la plata en el 200 mariposa, mismo metal que conseguiría en los 800 libres. Maialen Chorraut, en slalom K1 femenino, logró el tercer metal para España en los diez primeros días de competición.
Sprint en el agua y en el taekwondo
Por fortuna, la tendencia cambió en la última semana de competición. Las chicas de la sincronizada cumplieron los pronósticos y se llevaron a casa dos metales, plata y bronce, en un excepcional resultado. Además, David Cal consiguió el reto de convertirse en el mejor deportista olímpico español de todos los tiempos al conseguir su quinta medalla en unos Juegos, en este caso de plata. Tampoco falló Saúl Craviotto, nuestro abanderado en la clausura, que sumó una plata a su oro conseguido en Pekín ni Javier Gómez Noya, que se quitó la espina olímpica con una brillante plata en triatlón.
Y es que si en algo ha destacado España en estos Juegos ha sido en el agua y en el taekwondo. En la bahía de Weymouth es donde más ha sonado el himno español en honor a Marina Alabau, oro en RS:X, y en las chicas del Xiquitas Team, que ganaron en la modalidad de Match Race-Elliot 6, en lo que ha sido el último oro para España en estos Juegos.
Antes, Joel González logró la primera medalla de oro en la historia del taekwondo español al vencer al coreano en la final de -58 kgs. Este deporte ha sido el más rentable para nuestra delegación, ya que los tres participantes que había consiguieron medalla. Brigitte Yagüe y Nico García perdieron las finales en sus respectivas categorías, pero se llevaron a casa una meritoria medalla de plata. También cabe destacar el bronce de Maider Unda, el primer metal en lucha en la historia para España.
Cal y arena en los deportes de equipo
En los deportes de equipo ha habido de todo. El batacazo del fútbol contrasta con el éxito del waterpolo femenino, plata en sus primeros Juegos Olímpico, y el bronce del balonmano femenino, el primer metal de la historia para las guerreras.
En los deportes de equipo masculinos, sólo el baloncesto, en un éxito increíble, ha conseguido tocar metal. En waterpolo y en balonmano quedamos apeados en cuartos de final, mientras que en hockey tampoco pudimos acceder a las semifinales.
Además del fútbol, si ha habido un deporte donde España haya fracasado sin paliativos ese ha sido el atletismo, el deporte rey en unos Juegos Olímpicos. Sólo Ruth Beitia, en salto de altura, quedó cerca de las medallas, mientras que el resto vio de lejos el podio. Algunas voces autorizadas como los marchadores Jesús Ángel García Bragado y María Vasco cargaban contra el presidente de la Federación de Atletismo, José María Odriozola, por el fracaso en estos Juegos.
De esta forma, España ya debe tener la vista puesta en Río de Janeiro. Cuatro años de trabajo para mejorar las prestaciones mostradas en Londres 2012. El dinero, las becas a los deportistas y unas instalaciones más preparadas son la base para cosechar triunfos en el futuro.