El Gobierno ha defendido en una respuesta parlamentaria la multa a un aficionado de balonmano que portaba en un partido de la selección española una bandera republicana, por considerar que estaba "provocando" al resto de los hinchas que había en este encuentro.
Así se desprende de la respuesta escrita que ha dado el Ejecutivo al diputado de Izquierda Unida Ricardo Sixto, quien pidió explicaciones por la sanción impuesta a este aficionado, que el pasado mes de abril fue expulsado de un polideportivo de Alicante y multado por exhibir una bandera republicana durante el partido disputado entre España y Argelia.
En dicha respuesta, el Gobierno señala que dicho aficionado estaba ondeando la enseña tricolor "de forma aislada". Y ante la "evidencia" de que dicho acto "pudiera ser interpretado como una provocación" y dar lugar a "reacciones violentas del público presente", la policía le pidió que la replegara. Como volvió a sacar la bandera "con gran vehemencia" y provocó "malestar" entre el resto de los espectadores, la policía decidió expulsarlo del polideportivo, continúa el Gobierno en su respuesta.
El Ejecutivo admite que mostrar una bandera republicana "per se" no comporta incitar a la violencia, pero son las circunstancias de un contexto concreto "como este caso" las que determinan si puede acabar incitándola.