El Caja Laboral se aferra a sus opciones de llegar a los cuartos de final de la Euroliga y, tras el triunfo (82-86) logrado en la pista del Khimki en Moscú, tiene en sus manos la posibilidad de certificar el billete en la última jornada recibiendo a Montepaschi Siena en el Buesa Arena de Vitoria. Los de Zan Tabak lograron asaltar la pista de Khimki en un partido jugado con criterio y efectividad. Sólo la habitual desconexión de cinco minutos en el último cuarto les privó de haber peleado por superar el basket average de once puntos a favor de los rusos.
Andrés Nocioni, con 24 puntos, y Maciej Lampe, con 21, aguantaron el juego del Baskonia y aportaron los puntos que llevaron al Caja Laboral a endosar la segunda derrota de la temporada en su pista a Khimki.
Arrancó el Caja Laboral con su versión más seria buscando ahogar la dirección de Planinic para trabar el ritmo de Khimki. El trabajo dio resultado porque el base croata cometió tres faltas en ocho minutos. Nocioni fue el bastión vitoriano catalizando las acciones ofensivas, con once puntos, para llegar al minuto diez con ventaja (19-22).
El segundo cuarto fue un intercambio de canastas donde los vitorianos mantuvieron el tipo ante las acometidas del Khimki que, a pesar de no contar con su director de juego, sólo se descompuso en el minuto final para llegar al intermedio (43-46). Un parcial de 2-14 liderado por unos Nocioni y Lampe colosales colocó a los de Tabak por delante (54-64, m.27), fruto de un buen trabajo coral vitoriano que desactivaba una y otra vez los puntos fuertes del juego ruso.
Los diez minutos decisivos arrancaron con ventaja para el Baskonia (60-68), que le ponían en la mano el triunfo y la posibilidad de igualar el basket average de once puntos logrado por Khimki en el Buesa Arena. Un arranque perfecto del Baskonia le situó en la situación soñada ante un Khimki desorientado. Emergió Nemanja Bjelica con dos triples demoledores para disparar a los vascos (63-79, m.34).
Pero llegó el habitual apagón vitoriano que permitió recomponerse a Khimki. En cinco minutos los rusos endosaron un 17-2 al Bakonia que le metió en el partido (80-81), con sólo dos por jugarse. Nocioni acudió una vez más al rescate de los suyos para anotar un triple determinante para el triunfo final, aunque los moscovitas tuvieron el balón final para llevar el partido a la prórroga pero Koponen erró en la entrada a canasta.