Este domingo, en la final de la Copa del Rey de baloncesto contra el Real Madrid (71-77), el técnico del Barcelona, Xavi Pascual, decidió poner en pista un quinteto muy poco habitual, relegando al banquillo a sus dos bases: Tomas Satoransky y Marcelinho Huertas.
Una decisión polémica que pasó factura en el vestuario y sentó especialmente mal a Marcelinho. De hecho, el diario ABC asegura este lunes que el brasileño pidió explicaciones al entrenador y llegó a encararse con él, sin que el conflicto llegara a mayores.
No obstante, desde el club se han apresurado a desmentirlo, asegurando que en el vestuario no ocurrió nada de eso.