El Real Madrid protestó este martes ante la ACB después de pedir firmar el acta de su encuentro ante el Valencia Basket bajo protesta y cerrarla los árbitros y el comisario de la ACB.
Las quejas del Real Madrid
Sergio Llull fue eliminado por faltas tras pitarle una técnica en el último cuarto. Sin embargo, Llull pensaba que tenía tres faltas, no cuatro. Y efectivamente, Sergio había cometido tres faltas pero la mesa le anotó una extra por la cara.
Nos ponemos en situación. En la última jugada del primer tiempo, Lucic mete un canastón que levanta a La Fonteta. Mate espectacular con falta personal incluida de Trey Thompkins. Sin embargo, por arte de magia, la falta se la anotan a un Sergio Llull que andaba por allí de mero espectador.
El partido sigue y en el último cuarto, en el minuto 33, Llull comete su ¿tercera? falta personal en ataque para que, a continuación, en el siguiente minuto, le piten una cuarta falta y una técnica que le suponen su eliminación.
El Madrid, indignado por este error, intentó firmar bajo protesta el acta. Así se lo comunicó el delegado blanco a los árbitros tras el partido. Sin embargo, en una situación surrealista, los trencillas, tras acabar de ducharse, cogieron sus bártulos e hicieron una bomba de humo, al no haber en ese momento al no estar presente, en ese momento, ningún representante del Real Madrid.
Cuando se dieron cuenta de la escapada arbitral, los directivos del conjunto merengue montaron en cólera y comenzó una serie de airadas protestas ante varios estamentos de la liga y la petición de que el comisario del partido fuera inhabilitado. Indignación blanca en su máxima expresión.