El ex seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga fue el gran protagonista de una nueva edición de Tirando a Fallar, el programa sobre baloncesto de esRadio que dirige Vicente Azpitarte. El actual técnico de Egipto repasó en la entrevista sus primeros seis meses de trabajo en África, al tiempo que sus últimos tiempos como trabajador de la Federación Española de Baloncesto, y su etapa como máximo responsable del banquillo de España. Así, el castellonense, reconoció que "la oportunidad de venir a Egipto me llegó por Sergio Scariolo", si bien, como era de esperar los comienzos para él en su nuevo empleo fueron complicados, ya que "cuando llegué fue como empezar de cero, con prácticamente todo por hacer". Sin embargo, el que fuera pívot internacional se mostró ambicioso de cara a sus próximos objetivos, ya que, si bien declaró que en el próximo Afrobasket "el objetivo no es ganarlo, sino mejorar nuestro rendimiento", igualmente afirmó que "después queremos meternos en el Mundial".
Eso sí, en cuanto al nivel actual del baloncesto egipcio, Orenga fue franco al señalar que, aunque "hay jugadores grandes, no podemos competir físicamente con Nigeria o Angola". Empero, hizo especial hincapié en un nombre, Hamad Fathi, jugador de 2`30 metros y del que el entrenador español admitió que "nunca he visto nadie tan grande como él, y he jugado contra Muresan o Yao Ming". De hecho, ahondando más en la figura del techo egipcio, Orenga recordó que Fathi "es capaz de colgarse del aro sin levantar los pies del suelo".
Pero obviamente, sus años como trabajador de la Federación Española no podían pasarse por alto en la entrevista. Tras el batacazo que supuso la eliminación ante Francia en el Mundial de 2014, Orenga reconoció verse postergado. Así, en su paso por esRadio, el ex jugador de Real Madrid o Estudiantes admitió que "tras el Mundial Pepe Sáez me dijo que siguiera en la FEB trabajando, pero Ángel Palmi me retiró totalmente su confianza como entrenador" y de hecho, declaró sentirse "infrautilizado", ya que su único trabajo pasó a ser "archivar vídeos y corregir trabajos del curso superior de entrenadores". Así, tras un primer año y medio tras el mundial en el que "estuve parado en la Federación por Palmi, que no me dejó hacer nada", Orenga volvió a los banquillos en el Europeo sub 20 de Finlandia el pasado verano, donde España terminó logrando la medalla de oro. Fue un torneo especial para el técnico, en el que "volví a sentirme entrenador", recordando al mismo tiempo que "ganamos con una plantilla peor que otras".
Es por ello que, aunque el seleccionador egipcio reconociera que "los palos tras el Mundial fueron normales", también tiró de orgullo para exhortar que "tras el Europeo sub 20 algunos pensaron que quizá todo no era culpa mía". De hecho, y en alusión al inefable partido contra Francia de 2014, Orenga fue rotundo y reconoció que "cambiaría ahora mismo muchas cosas del partido contra Francia… Y de las 72 horas previas", en clara alusión a una mala gestión de la preparación de aquel partido que dio al traste con las ilusión de España en el Mundial organizado en nuestro país.