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Entrevista LD a Sergio Rodríguez: "Tras mi primer año en el Madrid me di cuenta de que tenía que cambiar cosas"

El internacional español analiza para LD su actual estado de forma y una temporada en la que el CSKA vuelve a partir como favorito en la Euroliga.

El internacional español analiza para LD su actual estado de forma y una temporada en la que el CSKA vuelve a partir como favorito en la Euroliga.
Sergio Rodríguez, durante la entrevista con LD.

En pleno inicio de su segundo año en Rusia, Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 12 de junio de 1986), presenta el discurso de un veterano con galones, acorde a un miembro del ejército ruso al que su actual equipo, el CSKA de Moscú, ha representado históricamente. Con la perspectiva de una carrera ya extensa, en la que queda lejos aquel ciclón que irrumpió en 2003 para poner patas arriba al Estudiantes, el base internacional español repasa para Libertad Digital su momento actual durante el transcurso del prestigioso Zadar Basketball Tournament, con esa madurez y conocimiento del juego del que solo pueden presumir unos cuantos elegidos. El `Chacho´, en el año en que termina contrato en Moscú, aunque tanto él como el club tienen una cláusula de renovación a final de temporada, no elude ningún tema, tan poco temeroso de los micrófonos como de las defensas rivales.

Arranca su segundo año en Moscú, ¿Cómo lo lleva?

Muy bien. La verdad es que estoy muy contento. El primero ha sido un gran año, tanto de adaptación al equipo como a la vida. Me apetecía vivir una experiencia en un club top europeo, saber qué hay más allá de España y la NBA. Y esperaba una adaptación más difícil, no tanto al equipo porque al final esto es baloncesto, sino a la vida. Me ha sorprendido porque Moscú es una gran ciudad en la que hay de todo, con muchas facilidades donde vivimos y entrenamos. La verdad es que en lo cotidiano, para mi hija también, hay muchas facilidades.

Si tiráramos de tópicos, no es la respuesta que uno imagina de un canario en Moscú.

Yo siempre me he ido lejos. De Tenerife me fui a Bilbao, luego a Madrid. De ahí a Portland, Sacramento y Nueva York. Luego Madrid otra vez y a Philadelphia, y ahora Moscú. Al final te acostumbras. Lógicamente tú eliges dónde quieres vivir, dónde estás más cómodo, pero la experiencia de estar varios años fuera te enriquece y puedes después disfrutar lo que decides de una mejor manera.

En España siempre se habla al referirse al CSKA del ‘equipo del ejército ruso’, ¿Qué nota usted desde dentro?

Noto que hay un gran seguimiento por parte no solo de la ciudad, sino del país. Cuando jugamos la VTB notamos el gran respeto y atención que se tiene al jugar contra el CSKA. Luego es verdad que en los partidos de Euroliga en casa hay mucha afición que son altos cargos rusos, de empresas importantes… Hay mucha atención sobre lo que hace el CSKA.

Me llama la atención lo que dice. Seguramente en España un equipo de esas características, ‘del gobierno’ como decimos allí, sería más odiado que respetado.

Creo que al final en España el Real Madrid y el Barcelona también infunden bastante respeto. Siempre son equipos preparados para ganarlo todo, con grandes plantillas, aunque tengan épocas mejores y peores. Por historia el CSKA, al igual que Madrid y Barça, son clubes muy importantes que crean mucha atención.

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Rodríguez (derecha), durante la entrevista con LD.

Vayamos a lo deportivo. El año pasado pierden seis partidos en todo el curso, pero no ganan la Euroliga, ¿Ya no puede ser sobresaliente la temporada?

Al final en los clubes que aspiran a todo, para que el año sea sobresaliente efectivamente hay que ganarlo todo. Y eso es muy complicado porque hay otros que aspiran a lo mismo. Y es verdad que en líneas generales el balance del año pasado es positivo, sabiendo que no se gana la Euroliga y no puede ser excelente, porque queríamos ganarlo todo. Pero hay que sacar cosas positivas: competimos muy bien todo el año, ganamos la VTB, llegamos a la Final4, y ahí todos sabemos que es un momento complicado al que hay que llegar muy bien y que el resto no lleguen así. Y para nosotros no fue el caso, llegamos muy castigados, tras un playoff muy duro ante el Khimki, y el Real Madrid llegó mucho mejor que nosotros.

Ya sabe lo que se dice del CSKA y su psicosis con la Final 4. Lo que yo le quiero preguntar es si la VTB es suficiente para estar preparado para ese momento, o cree que cuando se le exige más al equipo le cuesta precisamente por quizá competir algo menos de forma habitual.

La VTB tiene equipos suficientemente buenos para competir. Y por supuesto en la Euroliga compites cada semana con un buen nivel de exigencia. Igual antes era distinto, pero ahora cada mes hay 6 o 7 partidos de Euroliga. El nivel lo tienes, desde luego. Sí que con la cantidad de veces que ha ido el CSKA se podían haber ganado más títulos, pero si se mira la trayectoria de la Euroliga moderna, ningún equipo ha ganado más de tres veces: CSKA y Panathinaikos tres, Olympiacos, Real Madrid y Barcelona, 2. Es cierto que yendo tantas veces debería haber sacado algún título más, pero cuando uno ve la relevancia del resto de equipos, no es tan fácil. Está todo muy parejo y jugándote casi toda la temporada en un fin de semana, tienes que llegar muy fino a ese momento.

¿Cómo ha vivido los rumores del verano sobre la posible salida de Dimitrios Itoudis del banquillo?

Estoy muy contento con él, y el equipo confía en él para ayudarnos a ganar la Euroliga. Tenía contrato. Yo también, como la mayoría del equipo. Todo lo que se hable fuera es lógico dentro de un año en el que no ganas la Final 4, pero es algo que pasa con todos los equipos. Pero estamos muy centrados. De hecho, tras perder la Final 4 nos jugábamos la VTB también en formato Final a 4 por primera vez, prácticamente preparada para que al fin el CSKA perdiera. Y aun así fuimos lo suficientemente concentrados para saber la importancia que tenía ganarla tanto para nosotros como grupo como para el club, y salimos reforzados de ellos.

Dice que el año pasado todo el bloque mantenía contrato. Este año es al contrario, y casi todos, incluido usted, lo terminan. ¿Cambia eso la película?

Bueno, hay que ver cómo va el año. Hay que ir poco a poco, sabiendo que son diez meses y que cuando hay que llegar bien es en los últimos tres o cuatro. A partir de ahí hay que ir poco a poco construyendo el equipo. Las bases están establecidas, porque muchos repetimos del año pasado y eso ayuda a que el equipo se sienta más cómodo. Y lo que pase, pasará. Ahora mismo a nadie le preocupa que el año que viene no haya contrato, o que un jugador pueda tener una opción o no. Lo que queremos es ganar la Euroliga y en ello estamos.

Hábleme de ese fenómeno que es Kyle Hines. Unos irrisorios 193 centímetros que guardan al que es seguramente el mejor pívot en defensa del Viejo Continente.

Es dominante, por todo lo que genera en la parte, digamos, oscura del juego. Defensivamente he visto pocos jugadores con su capacidad para leer situaciones, para desplazarse físicamente, y para desviar acciones del rival con muy poco esfuerzo por la gran colocación que tiene y cómo se maneja. Y para un base es un jugador perfecto: pick & roll, bloqueo, rebote, muy buenas manos… Estoy muy contento de compartir equipo con él y fue uno de los atractivos a la hora de firmar por el CSKA.

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Rodríguez protege el balón ante Fabien Causeur en la semifinal de la Final 4 2018. | Cordon Press

Tengo que hacerle esta pregunta, ¿Si Sergio Llull se hubiera lesionado un mes antes las cosas habrían sido diferentes?

Ya lo he dicho otras veces. Mi intención era seguir en la NBA, pero no quería seguir en las mismas circunstancias, por cómo la NBA se estaba desarrollando. Creía que para mí y mi trayectoria deportiva y mi vida personal no era bueno firmar un año. Y por mi edad creo que era eso lo que podía haber conseguido. Quería un proyecto a medio plazo, dos o tres años. Sabía que a largo plazo en la NBA es muy difícil. Y no quería estar en esa situación. Y en ese momento es el CSKA el que me da más facilidades, hasta bien entrado julio, que siempre con un gran equipo es muy complicado. Me ofreció un buen contrato a medio plazo donde sentirme importante, por la duración y la opción de estar tiempo en el mismo proyecto. Cuando eso pasó, el Madrid tenía el equipo hecho y se habló poco realmente porque sencillamente no había sitio. Sinceramente, llegados a ese punto también me ilusionaba estar en un gran club europeo y ver cómo es jugar la Euroliga desde fuera de España.

Con la salida de Doncic y el a priori regreso al 100% de Llull, ¿Cómo ve al Madrid este año?

Creo que Llull no va a tener ningún problema. Ya lo demostró el año pasado cuando volvió, en un momento dificilísimo, y en este inicio de temporada. Tiene un físico extraordinario, trabaja para mantenerlo y para estar al 100%. Y es un competidor, así que no tengo ninguna de que estará al mismo nivel o mejor que antes.

Este curso toca Final 4 en Vitoria, ¿Especial ilusión por jugarla en España?

La Final 4 siempre hace ilusión. ¡Y ganarlas, más! Vitoria es un campo que siempre me ha gustado. Por su afición, desde que empezaba en la ACB ha sido un campo especial y ojalá podamos estar allí y competir bien y ganarla.

Hablando de Vitoria, volvamos al primer año de Laso en el Madrid. Semifinales ACB, con Draper ya fichado por los blancos y usted un poco en la picota, dudándose incluso de su continuidad. Aquel día usted y Velickovic remontan el partido a base de triples en la segunda parte, y desde entonces su progresión y confianza no dejaron de crecer. ¿Le cambió ese día la vida como jugador del Madrid?

Yo creo que va un poco más atrás. A ver, yo firmo en el Madrid y vengo de la NBA, sí. Pero tengo 24 años. Te planteas que eres joven y lo ves de una forma distinta. Es verdad que el primer año en el Madrid fue muy difícil por las circunstancias, pero aprendí mucho en lo deportivo y lo personal. Supe que tenía que cambiar mis rutinas para ser mejor jugador. Y después en ese verano trabajé muchísimo, no fui a la selección y estuve con un entrenador de tiro, trabajando físicamente para empezar bien. Los tres primeros meses fueron muy buenos, luego tuvimos algún problema, como aquella derrota en Bilbao en Euroliga que nos dejó fuera del Top16. Después ganamos la Copa del Rey en Barcelona y luego hubo cierta incertidumbre, con distintos ritmos en el equipo. Y sí, ese playoff, primero contra Cajasol y luego contra Baskonia fue muy importante para mí. Porque estás trabajando y mientras lo haces es difícil ver resultados a corto plazo. Pero cuando ves los resultados de todo lo que has trabajado, es muy gratificante. Y posiblemente en ese momento cambió un chip en mi cabeza y fue algo que me ayudó a jugar más tranquilo, con más confianza, y a disfrutarlo.

esde entonces su progresión y confianza no dejaron de crecer. ¿Le cambió ese día la vida como jugador del Madrid?

Firmé en el Madrid en el 2010, con alguna oferta también de España y de Europa, también de la NBA, porque quería jugar en el Real Madrid, y creía que era un buen momento. Tuve una conversación muy importante con Ettore Messina, del que aprendí mucho. Con Molin fue otra cosa porque ya era un momento distinto y no tuve un feeling especial. Pero con Messina sí. Fueron momentos duros y el Barcelona lo estaba haciendo muy bien, y eso siempre afecta como le pasa ahora al Barça con los éxitos del Madrid, que todo se agiganta y parece más de lo que es. Llegué a un equipo con veteranos pero con una base sólida de jóvenes que sabía lo que es jugar para el Madrid. Y mantener eso fue un éxito de la directiva, de Herreros, de Juan Carlos Sánchez, de Pablo Laso. Entendieron eso y tuvieron paciencia, dentro de la paciencia que se puede tener en el Real Madrid. Eso ayudó para lograr los éxitos después.

Cuénteme sobre sus hábitos. Si alguien llega muy pronto a los partidos donde usted juega, le verá tirando prácticamente solo en la cancha antes de que la mayoría de jugadores empiecen a calentar. ¿Esa rutina es siempre igual?

Sí. Tras mi primer año en el Madrid me di cuenta de que tenía que cambiar cosas, y una de ellas eran mis rutinas. En el baloncesto, en el entrenamiento y en mi vida. No son supersticiones, pero sí son formas de concentrarme y llegar mejor al partido. Y empecé a tirar el primero, y solo, porque al final cuando tiras con otros siete a la vez terminas casi más cabreado de lo que realmente calientas. Me gustaba tener mis ratos para mí, para colocarme en el pabellón y coger sensaciones. Empecé tras el primer año en el Madrid y lo he mantenido todos estos años.

¿Hay un número de tiros concretos antes de cada partido?

No, pero siempre es la misma rutina. Intento hacer más o menos lo mismo, variando alguna cosa. No es lo mismo hacerlo en Madrid, Philadelphia o Moscú, porque hay diferentes situaciones, momentos en los que llegas al pabellón, pero más o menos todo es lo mismo.

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Sergio Rodríguez protege el balón durante el último España-Letonia de las Ventanas FIBA. | Cordon Press

¿Qué opina de todo este movimiento casi sindical que se está gestando con la Asociación de jugadores de Euroliga?

Yo creo que está muy bien y que es necesario. Al final la Euroliga es una competición muy fuerte y se ha demostrado en la NBA que todos los estamentos deben organizarse para llegar a bienes comunes que favorezcan la liga y el baloncesto. Hasta ahora era difícil. Jugamos en distintos países, con reglas y leyes diferentes. Y poder tener una representación en la toma decisiones del futuro de la mejor liga de Europa va a ser un paso adelante para los jugadores.

¿Aunque sea la patronal, la Euroliga en este caso, la que auspicie la creación del sindicato?

Llevábamos mucho tiempo pensando en esto. Creo que para la Euroliga y el camino que quiere llevar es importante que los jugadores, entrenadores y árbitros tengan voz y se sientan a gusto. Es verdad que lo ha propuesto la Euroliga, pero es algo totalmente independiente, autofinanciado, con asambleas. Es pronto aún, pero a largo plazo mejorará el baloncesto europeo.

¿Qué pueden hacer los jugadores para acabar con este cachondeo surgido con las Ventanas FIBA?

Es complicado. Pero para eso queremos tener voz y estar unidos. En nuestros países tenemos sindicatos, con más o menos voz. En España estamos muy bien representados por la ABP, primero con José Luis Llorente y ahora con Alfonso Reyes, pero cuando toca hablar de Europa es complicado unirse. Considero que se tiene que llegar a un consenso general de estamentos. A nadie beneficia que la gente no sepa cuándo son las ligas, para qué sirven o por qué se hacen a mitad de temporada las ventanas. Creo que con el diálogo y manteniendo alguna línea roja se puede llegar a un acuerdo. A todos nos encanta jugar con la selección, pero también tenemos una gran responsabilidad con nuestro club. Es una situación delicada estar dependiente de situaciones de último minuto para poder ir o no. No debería ser así, debería estar mejor estructurado todo.

Le ha sufrido en Rusia y le ha disfrutado con España, ¿Qué hace Quino Colom jugando en un recién ascendido de la liga turca?

A él se le valora muy bien fuera de España, por lo que he visto en Rusia y ahora en Turquía. Tiene nivel de sobra para jugar en cualquier sitio en España o en Euroliga, y sé que le hace ilusión jugar en la Euroliga. Pero es cierto que está recibiendo ofertas muy importantes que no llegan de otros sitios. Estoy contento por él, siempre ha sido un jugador que aparte de ser un gran tipo, cuando me he enfrentado con él ha sido muy complicado de defender, y al que he disfrutado como espectador. Está con una madurez importante, es cierto que está teniendo ofertas difíciles de rechazar, por su edad y su momento de forma, pero puede jugar perfectamente en cualquier equipo de Euroliga y ojalá en un futuro sea así.

España está prácticamente clasificada para el próximo Mundial de China, ¿Qué sensaciones tiene de su futuro con la selección?

Siempre con la selección hay buenas sensaciones, y por supuesto el Mundial es algo que me hace ilusión. Es verdad que van pasando los años y todo se va complicando un poco más. Con la familia, con todo, son muchos meses fuera. Pero poder jugar otro Mundial, que sería el tercero para mí, es algo especial. El equipo lo ha hecho muy bien en las ventanas, se ha encarrilado bien el pase. Con el sistema actual es difícil juntarse una semana y hacerlo bien, pero se ha conseguido. Y a partir de ahora, cuando se certifique el pase, el año que viene habrá que hacer una buena concentración para poner todo en común y que el seleccionador elija los que crea mejores para competir bien en el Mundial y clasificarnos para los Juegos Olímpicos, que es algo que siempre hace ilusión.

Permítame pues una última, ¿Intuyo que se plantea Tokio 2020 como el final con la selección?

Hombre, posiblemente. Son muchos años. Yo siempre he estado disponible para España. Empecé en 2005, y el verano que viene sería mi décimo con la selección. Me perdí cuatro, ¡Pero porque no me llamaron, no porque yo dijera que no! Bueno, es verdad que cuando tienes familia, las niñas crecen… Siempre se hace más difícil estar tanto tiempo fuera. Por ahora no me he planteado otra cosa que estar en el Mundial y aprovecharlo, pero sí es cierto que cada año cuesta un poco más.

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